Page 664 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
P. 664
Volumen 3
Inicio de la rebelión
Cercados por todas partes sin poder comunicar nuestros males a Chu-
quisaca nos hallamos en esta Villa de Cochabamba en la mayor angustia teme-
rosos de no saber el paradero que tendremos en vista de lo que han executado
los Cholos en Oruro; pero con la noticia de las muertes de tantos españoles,
criollos y mestizos, tantas mugeres y criaturas, y aun de algunos Sacerdotes,
han entrado en recelo los Cochabambinos, y declarandose en favor nuestro,
se hallan muy esforzados a defender la Villa de las amenazas de todas estas
Provincias combocadas de Yndios para dar el abance. Se han formado algunas
Compañías aunque sin armas porque no las hay, y solo estan los Soldados
con garrotes y hondas. Se han hecho en todas las calles trincheras de palos, y
adobes para atajar las entradas. Se han despachado seis Compañías con el fin
de contener a los Yndios que ya se acercaban, y se sabe que han muerto mu-
chos Enemigos, pero como se ignora el numero de estos, subsiste el recelo y
la desconfianza. El remedio unico que se espera con tanta ansia, es el Socorro
de los 700 Soldados que despacha el Sr. Virrey de Buenos Ayres, los que sino
llegan en tiempo oportuno, se ira perdiendo el Reyno miserablemente, segun
ban estos carniceros acabando con todos los que tienen la cara blanca.
Qualesquiera que no se halla en estos Lugares; y lea lo que ya queda
referido, supondra que se procede con exageración en las expresiones, pero
se puede asegurar con evidencia que es mucho mas lo que se padece, y lo que
executa esta barbara Nacion. Que mal que se ha hecho en despreciar las dis-
posiciones de los antiguos! Tarde o temprano se experimenta el mal quando
no se siguen sus pisadas. Si a los Yndios los hubieran mantenido en el Yana-
conazgo sugetos como esclavos, sin permitirseles tanta libertad en tierras de
Comunidades, y Comercios con otras muchas exepciones que les ha permiti-
do Nuestro Piadoso Monarca, no se viera el daño que se sufre, ni su Magestad
tuviera tantas quiebras en sus haberes, y el ningun respeto con que han tratado
su Real Persona y Nombre, aclamando con dolor de Nuestro corazon a un vil
Yndio Arriero infame que se quiere atribuir el nombre sagrado de Rey, quitan-
doselo al que Dios nos ha dado.
En la ocasion presente se ha conocido bien la fee que reynaba en ellos,
y que solo eran Christianos en la apariencia, pues han llegado a pisar con el
mayor desacato al mismo Dios en el Misterio de la Eucaristía. No hay corazon,
no hay oidos, ni ojos para ver ni oir tanta iniquidad como han cometido estos
malvados, y por tanto son muy dignos de que queden reducidos a la miseria y
663