Page 663 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
A los ocho dias del lastimoso suceso de Oruro empezaron los Yndios
de las Doctrinas de Arque, Colcha, y Tapacari a sublevarse, y de facto se jun-
taron en gran multitud; y entrando en dichos Pueblos mataron en el de Col-
cha a dos Sacerdotes, al uno despedazandolo, y al otro cortandole la lengua.
Lo mismo hicieron con toda la variedad de personas que no eran Yndios, y
acabaron con todos y aun con las Criaturas de pecho. Lastimaron malamente
rompiendo la cabeza al Cura Dn. Martín de Tineo, el que escapó milagrosa-
mente. Le saquearon su Casa, como tambien las de todos los muertos, y las de
sus dos Ayudantes muertos. Pasaron al Pueblo de Arque, y mataron a todos
de la misma suerte. Entre ellos murio el Alferez Real de Cochabamba Dn.
Fulano Uzeda, y un veinte y quatro Dn. Zutano Valdivia que por casualidad se
hallaba en dicho Pueblo. En Tapacari mataron con mayor crueldad a todos los
que tenian cara blanca sin distinción de sexos. A los muchachos españolitos y
Mestizos los subian a las torres, y de alli los precipitaban. Se cuentan muertos
entre criaturas y grandes mas de 200. Llegó a tanto la barbaridad de esta vil
Canalla, que sacando un Religioso al Señor Sacramentado a ver si con la pre-
sencia de la Magestad se aquietaban, se agarro de la Custodia un pobre Mozo
que le perseguian, y lo tiraron con tal violencia, que derribaron al Sacerdote
con el Señor, el que cayó entre los pies de los iniquos y crueles Leones, y sobre
la misma Custodia le dieron muerte. Luego alzaron la Custodia ensangrenta-
da, y la tuvieron en sus manos sacrilegas hasta que otro mozo la arrebató, y la
llebó al Sacerdote para que consumiese la Sagrada Forma tan ultrajada, como
asi lo hizo en la Calle.
Perdido el respeto y la veneración a los mas Sagrado de nuestra Reli-
gion pasaron al templo, y sacando las Imagenes, las quemaron en la Plaza, ase-
gurando dos Religiosos que escaparon, que en la yglesia corria la sangre como
arroyos de los que alli degollaban porque todos se refugiaban en ella: siendo
las Yndias mugeres las mas encarnizadas en ultrajar con infamia los cadave-
res. A las mugeres españolas después de matarles a su vista los hijos que les
quitaban por fuerza, las encerraban en el Convento, y manejandose con ellas
torpemente, morian degolladas a sus manos. Estas mismas atrocidades han
cometido en los Curatos de Mohoza, Machacamarca, Cavari, Yani, Sirubay,
Cocha, y otros, que todos se han sublevado a un mismo tiempo por Carnes-
tolendas que fue la orden del Rebelde Tupac Amaru, cuyo Retrato han sacado
los Yndios, y a quien intitulan su Rey y Redentor con desacato y desverguenza
de nuestro Rey Don Carlos.
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