Page 660 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
Dn. Vicente Fierro, Dn. Ventura de Ayarza, Dn. Manuel Puchut, Dn. Domin-
go Pavia, Dn. Antonio Sanchez, Dn. Antonio el Frances medico, Dr. Francisco
Reza, Dn. Ramon del Llano, Dn. Josef Saenz Caballero, Dn. Josef Cacho. El
sobrino de Dn. Juan Antonio Martínez. Dn. Josef de Ybarguen, Dn. Josef Bu-
llain, Dn. Miguel de Estada, Dn. Pedro Rubin de Zelis. El Juanita que se fue
de Aullagas huido. Un Pulta marido de la que llaman la Porteña, Dn. Joaquin
Yzquierdo, Don Josef de las Casas, Dn. Juan Zuazo, Dn. Miguel Ximenez: con
mas diez o doce negros esclavos y otros muchos de diversas especies que no
se refieren por no alargar esta relacion, pero no se puede omitir el expresar
la crueldad de esta maldita Canalla que estorbaban les diesen los Sacerdotes
sepultura en la Yglesia, y amenazaban al que intentaba hacerlo: como tambien
el que venian las Yndias con una ira inexplicable a demoler con piedras los
Cadaveres que estaban amontonados en la Plaza, y les hacian otros destrozos
indecentes y barbaros.
Para que los Cholos y los Yndios huviesen cometido los enormes exce-
sos que se han referido se quiere suponer que no les ha faltado influxo, en cuya
prueba son patentes los hechos que se siguen. El primero es que los Capitanes
que andaban con las Vanderas fueron Menacho de los cholos, y Flores de los
Yndios. El segundo, que los Alzados nombraron por Justicia Mayor a Dn. Ja-
cinto Rodriguez. El tercero, que las Casas de Dn. Juan de Dios y Dn. Jacinto
Rodríguez, y las de los Ferraras han quedado exentas de todo daño y perjui-
cio. El quarto que sabiendo los Cholos y los Yndios que en dichas Casas se
hallaban refugiados algunos Chapetones como Dn. Joaquin Rubin, Don Josef
Zorozano, y otros no les hicieron vejamen ni exortacion ninguna: y lo que es
mas, que a todas horas entraban en ellas, y gritaban diciendo: Viva Dn. Jacinto
Rodriguez, y todos los que en su Casa estan y lo mismo executaban en los de
los Herrera. El quinto es, que no solo estas dichas Casas gozaron el Yndulto y
perdon, sino tambien aquellas que los mencionados Herreras y Rodriguez pa-
trocinaban; pero con la circunstancia· de que a los que se ocultaban en ellas se
les pedia por los Rodríguez y Herreras 500 y aun mil pesos salvando sus vidas
mediante este infame comercio.
Si todos estos hechos que en si encierran muy fea nota, han sido ac-
tuados por los dichos Rodriguez y Herreras con el unico objeto de saciar en
parte la codicia de los Cholos y de costear los gastos indispensables en mante-
ner a los refugiados, por todo el tiempo que durase la persecucion parece que
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