Page 658 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
la cama, y lo mataron a garrotazos con tal crueldad que despues de dos horas
lo allaron tirado en la Plaza medio vivo, le saquearon su Casa sin dexarle ni
aun puertas. Su muger salió precipitada con solo la ropa que tenia puesta, y se
refugio en el Convento de Santo Domingo para librar su vida. Saquearon las
Casas y tiendas de otros muchos, como la de la pobre Garciana, la de Acero,
la de Dn. Sebastian Diaz, la del Corregidor que escapó como los antecedentes
yendose a la Villa de Cochabamba. Saquearon tambien la Casa de fierro, y lo
hallaron escondido en un horno junto con Bustamante, y a un Chapetoncito
de Martinez, los que fueron sacados por estos barbaros, y sin darles tiempo de
confesarse los mataron a garrotazos.
El dia 12 por la tarde llegaron los Yndios de las Provincias, y Curatos
vecinos combocados por los de la Villa en numero de mas de 20 mil, que
fueron recibidos con mucho agazajo, y juntos todos prosiguieron en los ro-
bos, y en las crueldades. Las pobres Señoras y otras mugeres refugiadas en los
Conventos, aun no se consideraban seguras, porque todo era una confusion,
de manera que parecia un dia de Juicio. Los traydores como Leones irrita-
dos saciaban su ira buscando como hartarse de la sangre de los Ynocentes.
Entraron con gran irreverencia a las Yglesias en solicitud de los Chapetones,
amenazando a los Religiosos y a los Clerigos, que si no se los dexaban, pega-
rian fuego a todos los Conventos e Yglesias. A algunos hallaban asidos de la
Custodia, y de alli los arrancaban derribando al Señor; a otros agarrados de
las Ymagenes, cometian mil atrocidades: a muchos los mataban alli mismo, y
a otros sacandolos a la Plaza los mataban.
El día 13 los agavillados nombraron por Justicia mayor a un Jacinto
Rodriguez, despues pasaron a la Yglesia mayor de donde sacaron 16 Espa-
ñoles, y los mataron inhumanamente, profanando el templo, y quebrando las
vidrieras de los Sagrarios. Por la noche repitieron sus robos, porque el fin de
ellos era no dexar Casa ni tienda que no robasen. Sacaron por las calles al Se-
ñor Sacramentado todos los Sacerdotes descalzos, cubiertos de ceniza, y dis-
ciplinandose: lo mismo salieron las Recogidas, y otras muchas mugeres; pero
nada valia sino para encender mas la ira de aquellos barbaros, que sin hacer ni
aun acatamiento a la Magestad, alli en su presencia mataban a muchos, horro-
rizando aun al Yufierno, con estos hechos.
El dia 14 volvieron a registrar los Conventos, y sacaron otros quatro
Chapetones, y otros tantos negros, y los pasaron a cuchillo: mandaron asi mismo
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