Page 566 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
P. 566
Volumen 3
Inicio de la rebelión
tuvo el difunto Corregidor por verdaderos sentimientos de unos corazones
leales en fuerza del concepto mandó tocar llamada, les hizo su arenga, dieron
tres Viva el Rey, y se pusieron en marcha en busca del enemigo.— La misma
noche que llegaron al campo contrario, antes de entrar en acción, se pasaron
al del enemigo todos los indios y mestizos; unos y otros dieron noticia al Re-
belde de las fuerzas de nuestro acampamento y el modo de batirnos; con lo
que aumentó el número Tupa Amaro, no sólo de gente, sino también de las
armas que llevaban los mestizos y con ayuda de unos y otros ganó la acción.—
Este ejemplar Excelentísimo Señor, dá bastante conocimiento para no fiar la
defensa de estas provincias ni el vencimiento del Rebelde, de los naturales ni
mestizos, sin embargo del celo y confianza que manifiesta el Corregidor de
Carabaya y sus inmediatos; necesitamos señor de otros corazones mas reli-
giosos y de mejor lealtad para lograr el vencimiento y tranquilizar el Estado.
En esta virtud, y en la de que a la superior penetración de Vuestra Excelencia
no puede escondérsele, el espíritu de sinceridad con que manifiesta la Junta
el riesgo, sin aquellos temores pánicos en que suele incurrir la ignorancia.
Esperamos los arbitrios que afianzen estos territorios y demás que convidan
a la universal rebelión; protestando a Vuestra Excelencia conservar en nues-
tros corazones todo el ardor y fortaleza que es propio de nuestro honor, hasta
morir o vencer en defensa de estos dominios como verdaderos patriotas y
fieles vasallos del Rey.— Con esta fecha pasa la Junta una orden con expreso al
Corregidor de Carabaya y demás cominados, para que den noticia de número
y clase de gente y calidad de armas que cuentan y que no siendo ventajoso el
de españoles, no expongan la acción; manteniéndose dados en la defensiva
como lo hace esta ciudad hasta que, con la noticia que les pide, determine la
Junta lo que convenga.— Nuestro Señor guarde a Vuestra Excelencia muchos
años.— Cuzco y diciembre dos de mil setecientos y ochenta.— Fernando In-
clán y Valdez.— Manuel Villalta.— .Marcos Antonio de la Cámara y Escude-
ro.— Miguel Torrejón.— Joaquin Valcárcel.— Isidro de Guisasola.— Isidro
Gutiérrez.— Doctor Francisco Javier de Olleta.— José de Lagos
(Al margen: Otra carta).
Señor Doctor Don Vicente de la Puente.— Muy señor mío y de mi
aprecio: Ya llegó el tiempo para que las controversias y los litigios cesen, y que
todos nos mantengamos en una unión y conformidad. Tengo escrita carta al
señor Obispo y a su Provisor, a fin de que a ustedes les pongan en sus respec-
565