Page 430 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            meditado. La desconfianza no es vana y a vuestra señoría es patente de varios
            modos que esta Pascua ha sido el plazo designado por el Rebelde para invadir
            la ciudad y sea lo que fuere del fundamento sólido que tenga esta especie, es-
            tamos en términos de no mirar con indiferencia las más leves sospechas. En
            consideración a ello, así como para evitar este previsto inconveniente, he man-
            dado con esta fecha que las religiones, monasterios y parroquias, a ejemplo
            de nuestra catedral, suspendan la celebración de los oficios sagrados que se
            acostumbran practicar a la medianoche, para que se comienzen a las cinco de
            la mañana, que aclara el día, hasta cuyo tiempo tendrán las iglesias cerradas.
            Parece que vuestra señoría a consecuencia deberá también disponer que se
            publique un bando con la pena que jusgue oportuna, para que ninguna perso-
            na de cualesquier calidad y estado que sea pueda pernoctar por las calles con
            este pretexto.— También me han parecido al mismo fin muy oportunas dos
            providencias, la una de que se pongan faroles en las puertas de calle y tiendas,
            como se mandó en Madrid desde el alzamiento del año de sesentaiseis y como
            lo tiene vuestra señoría juntamente acordado, y es menester reproducirlo bajo
            de alguna multa, por lo menos en todo el tiempo que persevere nuestra zozo-
            bra, diputando sujetos que celen el cumplimiento de esta orden; la otra aún es
            más conveniente y esencial, de que se nombren Alcaldes de Barrios para que
            se reconozcan los indios que hay en cada uno, sus oficios o destinos y que se
            empleen los vagos y los demás se encarguen a los vecinos, cuiden de ellos o
            se aseguren de parte de noche, respecto a que sabemos ha tenido el Rebelde
            varios espías dentro de nosotros que le dan cuenta de nuestros movimientos y
            designios, siendo lo más el que insensiblemente vaya introduciendo partidas
            de indios y mestizos de su facción para asegurar la sorpresa. Me prometo del
            celo de vuestra señoría por el real servicio, determinará en estos puntos lo más
            conveniente.— Nuestro Señor guarde a vuestra señoría muchos años. Cuzco
            y diciembre veintitres de mil setecientos ochenta.— Juan Manuel Obispo del
            Cuzco.— Señores de la Real Junta de Guerra.
                    (Al margen: Subscripción)
                    Es copia sacada a la letra de su original en el día de su fecha doy fe.
            Doctor José Domingo de Frías, Secretario.

                    (Al margen: Carta de la Junta a su señoría Ilustrísima).
                    Ilustrísimo señor.— La Junta se ha visto en la necesidad de nombrar
            Justicia Mayor en la provincia de Aymaraes, por haberla dejado acéfala su Co-



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