Page 365 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            el cedulón de excomunión en las puertas de su iglesia contra el cacique Tupa
            Amaro, los que le acompañan y prestan auxilio y favor, y darme cuenta de
            todos los pasos y movimientos de este rebelde por los conductos mas seguros,
            lo que espero ejecutará con la mas eficaz diligencia. Nuestro Señor guarde a
            Vuesa Merced muchos años. Cuzco y noviembre diez y nueve de mil sete-
            cientos ochenta. Acompaño un duplicado del cedulón que refiero para que
            si el primero no ha llegado a sus manos, lo fije éste a las puertas de su iglesia,
            acusándome su recibo. Y pasará Vuesa Merced personalmente a entregar la
            inclusa al Cura de Pampamarca Don Antonio López, sacándole recibo que me
            remitirá con persona muy segura.— De Vuesa Merced afecto el Obispo.— Se-
            ñor Doctor Don Carlos Rodríguez, Cura de Yanaoca.—
                    (Al margen: Subscripción)
                    Es copia de su original a que me refiero. Cuzco y noviembre diez y nueve
            de mil setecientos ochenta.— Doctor José Domingo de Frias, Secretario.—


                    (Al margen: Carta del Cura de Pampamarca)
                    Ilustrísimo Señor.— Mi Señor: El jueves a las siete de la noche poco
            más o menos llamaron del pueblo de Tungasuca, para una confesión y habien-
            do dicho, que por qué no lo confesaba el Doctor Bejarano, quien estaba en
            dicho pueblo en mi lugar, se me replicó, que quería el pariente confesarse con-
            migo. Pasé y me hallé con que el que quería confesar era el Corregidor Don
            Antonio Arriaga. Hallélo cargado de prisiones: Pregunté por orden de quién
            y lo que pude recabar que se me dijese fue único, el que era por orden real,
            que venía tan fuerte, que se mandaba lo matasen como pudiesen. Porque no
            se perdiese esta alma, confesélo y auxiliélo como pude hasta el cadalzo, en que
            viernes murió en una horca; doy parte a Vuestra Señoría Ilustrísima en esta
            carta volada, para que no carezca de noticias. Dios guarde a Vuestra Señoría
            Ilustrísima muchos años. Pampamarca y noviembre once de mil setecientos
            ochenta.— Ilustrísimo Señor.— Besa la mano de Vuestra Señoría Ilustrísima
            su atento Capellán, siervo y amante súbdito.— Doctor Don Antonio López de
            Sosa.— Ilustrísimo Señor Doctor Don Juan Manuel Moscoso y Peralta.—
                    (Al margen: Respuesta)
                    Acabo de recibir la que Vuesa Merced me escribe de once del corrien-
            te, después de ocho días de demora, que ha padecido y no se a que atribuir-
            lo: En ella me participa fue llamado a una confesión a Tungasuca y encontró
            que el que quería confesarse era el Corregidor Don Antonio Arriaga, a quien



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