Page 362 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            se despachen los cedulones de censuras, para que con la fulminación de estas
            formidables armas, se le contenga y los demás se retraigan de seguir su parti-
            do: en consideración a todo, me es de complacencia ver a Usía animado de un
            espíritu de celo, por la causa de Dios, de la religión, del Rey y de todo el estado;
            el mismo que ha producido en mi vigilante esmero, hacia estos objetos anti-
            ciparme a los oficios de Usía, dando las órdenes que me han parecido conve-
            nientes, como lo reconocerá por las copias que acompaño en que se demuestra
            mandé al Cura de Quiquijana por haber acometido a este pueblo el sublevado
            cacique, me diera cuenta de cuantas novedades ocurriesen en el particular y
            remitiera con persona segura la carta orden al de Pampamarca, con el desig-
            nio que hice constar a Usía el día de ayer, tentando este arbitrio a fin de conse-
            guir sobreseyese el rebelde en su inicuo propósito, pasando igualmente carta
            exhortatoria al Cacique de Oropesa, para fortificarlo en el de mantenerse fiel
            al Monarca y resistir el tránsito al enunciado traidor. Ni he omitido prevenir a
            todos los curas de las provincias de Tinta y Quispicanchis, por carta circular a
            que exhorten con la mayor eficacia y frecuencia, tanto en el púlpito como en
            el confesionario, la fidelidad, amor y obediencia a nuestro Católico Monarca
            y que no permitan sean seducidos sus feligreses por la astucia del infame re-
            belde, ponderándoles la gravedad de su crimen, como aparece del ejemplar
            que acompaño e iguales oficios he corrido a los curas de las parroquias de esta
            ciudad y a los prelados de las religiones como consta de autos. Tampoco he
            atendido al privilegiado fuero de los eclesiásticos, seculares y regulares, pues
            a Usía es bien patente, los he convocado exhortándolos a una defensa a que
            son obligados por todos derechos; se ha procurado vencer la dificultad de
            conseguir armas y demás pertrechos de guerra, a cuyo logro no he perdonado
            sacrificar las rentas de la mitra, como lo está mi persona para hacer un cuerpo
            de defensa subsidiario a que todos los gremios están enteramente resignados,
            aunque sin mayor fruto, porque no se encuentran estas provisiones: En fin por
            el testimonio que a Usía dirijo, le doy la mas sincera prueba de mi deferencia
            a sus justas solicitudes, expidiéndose las cartas circulares y letras de censuras,
            no obstante la contradicción que ha puesto el Fiscal las que remito a Usía con
            sus cartas respectivas; y con igual prontitud practicaré las insinuaciones de
            Usía, que se terminen al mejor desempeño de tan importante asunto. Nuestro
            Señor guarde a Usía muchos años. Cuzco y noviembre catorce de mil setecien-
            tos ochenta.— Besa la mano de Usía, su seguro servidor y Capellán.— Juan
            Manuel Obispo del Cuzco.— Señores de la Real Junta de Guerra.—



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