Page 360 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
fuerzas, tanto por la gente que le acompaña, como por la confederada, sus
intenciones y todo cuanto conduzca para nuestro gobierno; haciéndome los
propios necesarios sin perdida de tiempo, cuyo costo se le pagará y me avisa-
ría prontamente el recibo de ésta y de su cumplimiento. Cuzco y noviembre
catorce de mil setecientos ochenta.— Juan Manuel Obispo del Cuzco.—
(Al margen: Otra al Cura de Livitaca)
El Licenciado Don Pedro Meléndez, compañero de Vuesa Merced en
el Ministerio, pasa con especial encargo mio conduciendo un pliego con dis-
tintas providencias, que se dirige al Cura de Pampamarca: luego que el por-
tador llegue a esa doctrina haga Vuesa Merced que sin mínima demora, se
encamine a su destino, proporcionándole Vuesa Merced los avíos necesarios y
haciendo que se le facilite el paso, de modo que pueda prontamente verificar
su comisión. Prevengo asimismo a Vuesa Merced, que no pierda instante para
explorar las intenciones del inícuo traidor Tupa Amaro, esto es, las confede-
raciones con caciques inmediatos o de otras provincias, qué número fijo man-
tiene de gente a su comando, qué facultades tiene en el día, qué disposiciones
ha tomado en lo respectivo al pueblo que ocupa o los demás de la Provincia de
Tinta; y en fin todo cuanto Vuesa Merced observare o de que tuviere noticia,
sin omitir circunstancia alguna, cualquiera que sea y adquirida por conoci-
miento propio o ya por ajenas especies, que procurará examinar, para que se
forme una cabal conjetura, para arreglar las providencias que correspondan a
las ideas que Vuesa Merced ministrare, debiendo entender que cualquiera es-
pecie adquirida me la imparta Vúesa Merced por repetidos avisos e informes
haciendome expresos con persona de la mayor seguridad y por las vías libres
de riesgo, cuyo costo se satisfará con su aviso; esperando del honor de Vuesa
Merced, juicio y demás calidades que le recomiendan sabrá puntualizar esta
confianza, en que se interesan el servicio de Dios, del Rey y del estado, como
en que me exponga Vuesa Merced su dictamen, con los arbitrios y medios,
que juzgare mas conducentes para aprehender la persona del rebelde, quitar
del medio este fenómeno, que puede corromper la paz pública de los domi-
nios de nuestro soberano en este reyno, a cuya fidelidad y ciega obediencia
debe Vuesa Merced diariamente exhortar con el mayor esfuerzo en consorcio
de los sacerdotes que le asisten tanto en esa doctrina, como en sus anexos.
Incluyo a Vuesa Merced un cedulón de censura, librada contra el sublevado, a
efecto de que luego se fije en las puertas de esa parroquia y sacándose copias
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