Page 82 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
P. 82

Volumen 2
                                                                             Antecedentes
            Las referidas Reales Cédulas que corren de fojas diez y seis, cuaderno segundo,
            aparecen testimoniadas por Juan de Saldaña, Escribano Público, en veinte y cinco
            de Enero de mil seiscientos ochenta y nueve, la una, y la otra en veinte y dos de
            Abril de mil seiscientos ochenta y ocho. De estos testimonios se sacaron otros
            testimonios que autorizó José Palacios, Escribano de Su Majestad, en la ciudad
            del Cuzco en cuatro de Junio del año próximo pasado de mil setecientos setenta
            y seis, y últimamente estas Reales Cédulas están comprendidas en el testimonio
            de varios instrumentos que corren de fojas diez y seis hasta fojas sesenta y nueve,
            cuaderno segundo, autorizado, en el Cuzco a veinte y ocho de Junio de mil se-
            tecientos setenta y seis, por Tomás de Villavicencio, Escribano de Su Majestad y
            Público, con la circunstancia de que él concuerda, y la comprobación es de letra
            de Don José Vicente, que es circunstancia que influye y hace decadente la fe del
            instrumento; de manera que el de dichas dos Reales Cédulas es tercer ejemplar
            sucesivamente sacado uno de otro, que ya se ve la ninguna fe que en Derecho
            merece, y más en un asunto de tanta entidad; pero así son todas las pruebas que
            ha dado, que se reducen a testimonios de testimonios.
                    Ya he dicho que si hubiese de contestar los ofrecimientos de Don José Vi-
            cente, sería obra difícil; cuando pone en los autos papeles de reflexiones, presenta
            las graduaciones de mi ascendencia y de la suya en el modo desordenado que
            aparece a fojas treinta y dos, cuaderno primero; presenta al Señor Fiscal el escrito
            de fojas ciento once, dicho cuaderno primero; para personarlo en estos autos; y,
            en fin, sólo porque a un ocioso le dió gana de escribir la esquela de fojas ciento
            catorce, cuaderno primero, suponiendo que yo había puesto Armas en mi casa y
            Cadena, y me había ido a Chuquisaca, presentó el escrito de fojas ciento quince,
            pidiendo provisión para que se me quitasen las Reales Armas, Cadena y blasones.
            Jamás lo había pensado, porque yo no pondré Cadena ni pondré Armas, ni usaré
            de privilegio que la piedad de Vuestra Real no me conceda, porque aunque yo he
            mejorado de suerte con ser fiel vasallo de Su Majestad Católica, con toda su real
            benignidad atiende y ha atendido siempre a todos los descendientes de aquellos
            que en el gentilismo fueron Emperadores de estos Reinos.
                    Don Jósé Vicente ahora últimamente, aún después de habérseme entre-
            gado los autos para responder, ha producido la declaración de fojas... hecha en la
            ciudad del Cuzco, a pedimento de Don Buenaventura Ladrón de Guevara, concu-
            ñado de Don José Vicente, en que pidió que declarase si era cierto haber oído en
            una conversación, ser yo hijo de una persona de extraño fuero; pero recibida esta
            declaración, ocultándola de mi noticia, y sólo con citación del Procurador Gene-



                                                81
   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87