Page 726 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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El dilatado cautiverio, bajo del gobierno español,
de Juan Bautista Tupamaro, 5º nieto del
último emperador del Perú 1
A los 80 años de edad, y después de 40 de prision por la causa de la
independencia, me hallo trasportado de los abismos de la servidumbre á la
atmósfera de la libertad, y por un nuevo aliento que me inspira, animado á
mostrarme á esta generacion, como una víctima del despotismo que ha so-
brevivido á sus golpes, para asombro de la humanidad, y para poderle revelar
el secreto de mi existencia como un esquisito y feroz artificio que se trans-
mitian los tiranos para tener el placer de amargarla. Tres reyes españoles se
han complacido igualmente en verme arrastrar una existencia degradada y
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1. El hecho de no aparecer ninguna alusión a la batalla de Ayacucho, hecho que contrasta con su jubilosa carta al libertador Bolívar
en 1825, hace pensar que fue escrita antes de aquel suceso. Juan Bautista Condorcanki Monjarras Túpac Amaru era medio hermano
del prócer José Gabriel, por ser hijo de don Miguel Condorcanki y del Camino y de doña Ventura Monjarras. Nació en Tungasuca
el año 1747, casó con doña Susana Aguirre, muerta durante el viaje al destierro de España. Areche lo condebó a 200 azotes «dados
por las calles públicas» del Cusco y a 10 años de ostracismo. Salió en el navío «El Peruano» (13-IV-1784) junto con Mariano Túpac
Amaru —segundo hijo del caudillo— y otros procesados. Llegado a Cádiz, tres años estuvo encerrado en el Castillo de San Sebas-
tián, pasando después a residir en Ceuta. Acompañado por el agustino Marcos Durán Martel vivió parte de su extrañamiento, se
regocijo con el triunfo de la Revolución Francesa, siendo puesto en libertad el año 1820. Partió de España el 3-VIII-1822 en el buque
«Retrive», mandado por el capitán Hague, llegando a Buenos Aires más o menos el 12-X-1822, en compañía de Durán Martel y
Mariano Suvieta. Apoyado por su compañero de ostracismo Juan Bautista Azopardo, recibió una pensión de 30 pesos mensuales
bajo la condición de hacer una «relación de sus padecimientos», decreto dado por Bernardino Rivadavia. Dedicado a descansar
de sus pasados infortunios y escribir, redactó lo relativo a su Dilatado Cautiverio y una Carta al libertador Bolívar, pidiendo apoyo
para trasladarse a su país. Sin poder retornar al Perú, falleció en Buenos Aires el 2-IX-1827, en cuyo cementerio está enterrado.
Hay dos ejemplares de esas memorias: una en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires y otra forma parte de la Colección A.P. Justo.
Bajo el título de «Cuarenta Años de Cautiverio» fue publicada por Francisco A. Loayza (Lima, Imp. Miranda, 1941). Hace alusión
al Inca Túpac Amaru, ajusticiado por el virrey Toledo en la plaza del Cusco el año 1572 [Nota del editor de la primera edición].