Page 723 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
á importar 2.582.979 pesos, ni se dará otro igual al de la venida de los dos
regimientos, que con los atrasos que traian de sus sueldos, motivó el pronto
desembolso de 1.167.351 pesos 1 real, ni tampoco creo hay memoria de que
en estos mares se haya mantenido tanto tiempo una numerosa escuadra, que
en sólo los años de mi superintendencia ha consumido hasta ahora 1.760.095
pesos; pero de todos estos ahogos se ha salido felizmente, la gloria de las ar-
mas del Rey se ha mantenido con el honor que corresponde al reino, se ha
sosegado y vuelto con la subordinacion á un antiguo giro, la tropa está pagada
y distribuida, la escuadra asistida, y cumplidas las Reales órdenes, se ha hecho
con puntualidad el servicio, y sólo yo he sufrido las tristes congojas de estas
urgencias, pues importando las pocas que únicamente he referido 5.510.425
pesos, no hallé á mi ingreso en esta capital sino empeños, ahogos y desgracias,
y sólo habia en su tesoreria 129.685 pesos 6 rs. con que contar para estas aten-
ciones, y las demas que por su naturaleza son inalterables, como los sueldos de
todas clases y los gruesos situados de las plazas de Panamá, Chiloe y Valdivia,
que se han socorrido sin atraso.
Dase razon del cumplimiento que se ha procurado en la otra Instruc-
cion de visita relativa á los tribunales de justicia.- He manifestado á V. E. con
ingenua sinceridad el cumplimiento que con verdaderos deseos de acertar he
dado á la Instruccion de visita en los ramos de Real hacienda, y porque no se
extrañe mi silencio sobre la otra que tambien acompaño, dirigida al exámen
de los tribunales de justicia y su reforma, diré que hallando ya corridos cerca
de cinco años desde que mi antecesor la publicó, y practicadas en su tiempo
algunas breves diligencias para esclarecer las circunstancias de los ministros
de esta audiencia, no juzgué prudente volver á empezarla, renovando unas
actuaciones odiosas y que nunca habian de tener otro fin más dichoso que el
que les diese la buena ó mala conducta de los ministros, que no necesitan más
providencias ni encargos que los de nuestras santas y venerables leyes para lle-
nar con justificacion y pureza su ministerio, y como la observancia de éstas y
recta administracion de justicia penden siempre del carácter y virtudes de los
sujetos que componen los tribunales, he dicho á V. E. en repetidas ocasiones
todo cuanto en el de esta capital me ha parecido justo, y si éste ó los demas que
no llegó el caso de visitar pueden necesitar en algo de remedio, la soberana
autoridad del Rey, en la eleccion que haga para sus plazas, sabrá dárselo más
eficaz y seguro que cuantas providencias de visita podrian aquí dictarse, y yo
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