Page 680 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
                                                              Oficio de visita de Jorge de Escobedo
                    Son sin duda estos ramos de los más principales y pingües del erario, y
            como en los mismos artículos se previene el estado de administracion en que
            corrian ya, y era justo mantenerlos, ha sido todo mi cuidado el arreglo de las
            oficinas y empleados, y la expedicion del manejo, y puedo asegurar á V. E. que
            no ha habido dia en que no se despachen muchos expedientes de alcabalas,
            ni será fácil, entre miles de ellos que han ocurrido, individualizar yo ahora
            los que han dado regla general para la expedicion del despacho, y conciliar
            el alivio del comercio con la justa cobranza de los Reales derechos; pero iré
            entresacando lo más principal, empezando por las oficinas, para concluir des-
            pues con algunas de las providencias que en lo sustancial se han dictado para
            el buen gobierno en la exaccion.
                    Entre las oficinas era la primera la direccion; pero á pesar de los mo-
            tivos con que se pidió á S. M. el jefe que la había de gobernar, y del Real título
            y órdenes con que vino autorizado, lo hallé sin ejercicio por las disputas que
            se suscitaron, y motivaron la Real órden de 26 de Febrero de 82, que habién-
            dome llegado cuando ya tenía principiado el expediente, quedó prontamente
            cumplida con el reglamento que formé y remití á V. E. con el número 46.
                    Fué una parte de dicho reglamento el establecimiento de la contaduría
            de alcabalas que juzgué precisa para desempeño de la direccion, y miéntras
            ésta permaneció, ejercité todo mi celo en contener las disputas que el dema-
            siado apego del administrador de la aduana á ser solo en el mando ocasio-
            naba, y á más del ordinario despacho de los negocios, fué bien conocido el
            efecto de mis providencias en la expedicion de las cuentas que el contador
            D. Nicolas Sanchez Sirgado halló rezagadas de todas las administraciones y
            receptorías del virreinato, que desde el año 80 y hasta del 84 tiene ya vistas,
            fenecidas unas, glosadas otras, y en estado de pasarse todas al tribunal por el
            córte que tengo dado en este asunto, de que informaré á V. E. más por menor
            cuando estén concluidas las diligencias y testimonios con que debo hacerlo,
            y en el ínterin anticipo esta insinuacion, y la de que en estos meses quedará
            enteramente concluido este negocio, y en todo el año siguiente estarán iguales
            estas cuentas, lo que seguramente ni en muchos años podria verificarse, á no
            haber sido por mi resolucion en poner la contaduría, y el ejemplar celo y reco-
            mendables talentos é instruccion con que la ha desempeñado aquel ministro,
            como repetidamente ha dicho á V. E. en mis informes.
                    No ha sido este solo el fruto de sus tareas, porque á ellas se han debido
            la instruccion y estados que V. E. tiene aprobados, y le dirigí con los números



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