Page 521 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            y contemplación hacia éste. El Corregidor, contestó, a vuelta de correo, mani-
            festando a vuestro Visitador en su respuesta de f... no sólo la inveracidad de la
            queja, sino haciéndole ver que el Obispo y sus comisionados habían atrope-
            llado las Regalías de su Juzgado y ofendido su honor por los autos que remitía
            y van relacionados. Y pregúntese ¿qué satisfacción se dió a Don Antonio de
            Arriaga de unas providencias tan poco meditadas, y de unos apercibimientos
            tan injustos como desmerecidos?
                    46.-Paréceme, Señor que con lo dicho y lo demás que suministran
            los autos que acompañan, que bien probada la hostilidad inaudita que sufrió
            vuestro Corregidor de Tinta de los curiales eclesiásticos del Cuzco; la cons-
            tante fidelidad con que llenó sus deberes como leal vasallo y como celoso mi-
            nistro del Rey, esforzando la defensa de sus derechos soberanos, cuando le fué
            posible. Y que no sólo le negaron auxilios los tribunales de Lima, sino que, con
            injusticia notoria, reprendieron su conducta arreglada, amenazándole rigoro-
            samente los principales magistrados del Reino; con que sólo me resta puntua-
            lizar el último y más principal punto del plan propuesto, que es el asesinato de
            Don Antonio de Arriaga maquinado por los eclesiásticos de esta Ciudad.
                    47.-Lo relacionado hasta aquí convence cuanta inquietud y sobresal-
            to ocuparía el corazón de vuestro Reverendo Obispo; como también el odio
            implacable que concebiría contra Arriaga, viéndose, por una parte, acusado
            justamente de traidor, con unos fundamentos indestructibles; por otra, frus-
            tradas sus intrigas, dirigidas a alterar el sosiego de la Provincia, mediante la vi-
            gilancia del Corregidor. Y en una palabra, considerándose incapaz de hacerle
            frente por los caminos de la Justicia; pues si quería indemnizarse de traidor, le
            era imposible! Y si pretendía maquinar inquietudes con nuevas providencias,
            debía recelar el mismo desaire que experimentaron las libradas contra Copo-
            raque. Estas confusiones y estos cuidados que agitaban el espíritu de vuestro
            Reverendo Obispo los explicó, bien claramente, su Provisor en la carta de f...
            (Documento N° 9) con estas palabras: «las ruidosas incidencias de la Doc-
            trina de Coporaque traen a Su Ilustrísima bastante mortificado».  De donde
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            debemos inferir cuán envenenado tendría el ánimo contra un enemigo que, al
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            22. «Señor Don Manuel de la Peña y Montenegro.-Muy Señor mío y mi dueño. Las ruidosas incidencias de la Doctrina de Coporaque
            traen a Su Ilustrísima bastantemente mortificado; y ha dispuesto que el Doctor Alvarez, con el mayor arte y cautela consuma las
            especies sacramentales de la Iglesia de dicha Doctrina, cierre sus puertas y entregue las llaves al Cura Ecónomo de Pichigua. De este
            modo podrá Vuestra merced retirarse con el dicho Ayudante a Ayaviri, donde tiene Vuestra merced su destino.- Dios guarde a Vuestra
            merced muchos años.-Cuzco y Octubre 4 de 1780.-Besa la mano de .Vuestra merced su seguro servidor.- Juan Antonio Tristán.» [nota
            del autor]


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