Page 514 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
La verdad desnuda
Corregidor por no asentar que los sabíamos positivamente por lo dicho de
un Ministro tan caracterizado. De donde se infiere el punible abandono, poca
cautela y secretas alianzas con que trataron vuestros magistrados de Lima un
negocio que pedía el mayor desvelo, y el más religioso sigilo por su gravedad
e importancia. Y también la consecuencia deducida al mismo número de que
viéndose retratado tan verdaderamente este Prelado por Arriaga en aquel pa-
pel, conoció incontestable el asunto, porque conocía inexorable y lleno de jus-
ticia a su acusador; y trató de cortar sus razones, cortándole el hilo de la vida,
tan inhumanamente, como sucedió y se probará adelante.
31.-La ruina de mi tío vaticinada por vuestro Visitador General sólo
podía entenderse, según sus mismas palabras como consecuencia de un pleito
reñido que debía haber promovido el Obispo noticioso de la denuncia; pero
¿cómo se había de atrever éste a enjuiciar una materia que apenas hay en el
Cuzco quien la ignore, y que consiguientemente le hubiera sido muy fácil a
Don Antonio de Arriaga probar todos los hechos que hacían el fundamento
de sus proposiciones, como lo es todavía a la hora que se destinase un recto
pesquisador, que haciendo salir de aqui al acusado (como según derecho debe
practicarse en semejantes causas) recibiera declaraciones de sujetos, notoria-
mente, imparciales y fieles a Su Majestad, con la debida precaución?
32.-Todos los documentos relacionados publican a gritos la injusta,
inaudita persecución que sufrió el Corregidor de Tinta de la Curia Episcopal
de esta Ciudad y sus vicegerentes; pero, ninguno tanto como el número 9 de
que voy a hablar. Este expediente, Señor, demanda toda la atención de Vuestra
Alteza, contiene varios puntos de la mayor importancia a vuestra Real Persona
y al Estado. Y en una palabra es un proceso que exige, después del examen,
más seria toda la superior penetración de Vuestra Alteza para alcanzar el fon-
do de iniquidad que encierra.
33.-El testimonio N° 5 convence que Don Vicente de la Puente se
había adquirido, con razón, la animadversión de sus feligreses de Coporaque,
por las tiranías y extorsiones con que los afligía, aniquilaba. Este eclesiástico
creyó sin duda que esta enemiga la fomentaba el Corregidor, y viéndolo ex-
comulgado en el Cuzco se persuadió sería admitido en su Doctrina, o que le
sería fácil hacerse recibir de ella por fuerza. Con esta intención pasó a Copora-
que el 6 de Septiembre y asociado de varios clérigos, parciales suyos, con algu-
nos Seculares de provincia extraña, todos armados, se introdujo en el Pueblo a
las dos de la mañana. Inmediatamente lo supieron los indios y sin más influjo
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