Page 423 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    Así se ha fatigado Vuestra Señoría Ilustrísima en la Reconquista de
            este Imperio; así ha trabajado vigilante y cuidadoso en la pacificación de esta
            América; así ha surcado con su ministerio apostólico a exhortar a Diego (Tú-
            pac Amaro) pidiese a Dios, que impenitente se mantenía en la cárcel pública
            para ser el espectáculo y ejemplar de los Rebeldes al día siguiente; y después
            de haber recibido un desdén traidor, con la misma mansedumbre,  se volvió
                                                                           224
            Vuestra Señoría Ilustrísima a su palacio, no a dar quejas, sino a pedir a Dios le
            dé auxilios para su salvación.
                    Los entendimientos más rústicos pueden discernir, desapasionada-
            mente, como Vuestra Señoría Ilustrísima ha tenido y tiene muchísima parte
            en todo el buen éxito y mejor conducta que se ha visto en esta feliz reconcilia-
            ción y vasallaje a Su Majestad; sin permitir que aún sus eclesiásticos se hayan
            rozado en asuntos que redunden en obsequio de los Rebelados; que le ha cos-
            tado a Vuestra Señoría Ilustrísima bregar invicto, como interesado a favor del
            clero, de cuyo honor sospecharon muchísimos indiscretos, mirando las cosas
            por el semblante, que habían intervenido en cosas impertinentes. Qué fatigas
            ha causado a Vuestra Señoría Ilustrísima el sacrificarse por ellos, y defender
            la inmunidad sacra? Digan lo que quisieren, hablen lo que su pasión les pro-
            pusiere, que como es antojo imaginado, imaginarán para decir lo que se les
            antojare. Así lo permite Dios con sus escogidos, para acrisolarlos mejor con el
            voraz incendio del mal afecto; pero la inocencia, verdad y pureza que en todo
            han estado de asiento, harán bandas con la justicia divina, y siendo atendidas
            triunfarán.



                                            PARRAFO VI
                Vense los triunfos de los cuatro nobles y leales americanos, y entre ellos
                                la grandeza de su Señoría Ilustrísima.




                    La sangrienta y no imaginada contienda que ha experimentado el Im-
            perio, a manos de sus propios naturales y descendientes, ha sacado al público,
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            224. Toda la ciudad se admiró y sintió de que su Señoria Ilustrísima hubiese pasado, personalmente, a la cárcel; y que hubiese tenido
            aquel sinsabor. Mas Dios acepte este santo sacrificio que su fin fué reducir esa alma, como su verdadero pastor. [nota del autor]





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