Page 397 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
P. 397

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            canciones:sircum dederunt me dolores mortis pericula inferni sircum dederunt
            me,  de considerar que Esau y Jacob, gemelos de un verdadera claustro, sean
                167
            entre sí homicidas. Oh! qué veces de esos sus hermosos cristales, hechos ríos,
            hechos fuentes, correrían liquidadas por sus mejillas aquellas perlas preciosas,
            que por engastadas con el oro fino de su amor, se habían mirado seguras en
            el aljóbar de su pecho; imitaría, sin duda, Vuestra Señoría Ilustrísima a aquel
            pelícano solitario que sin consuelo gemía por el malogro de sus hijos. 168
                    Representaríansele a Vuestra Señoría Ilustrísima en el tribunal de su
            piedad, con el mayor ahogo y fatigas, sus provincias sublevadas, alegando con
            muchos voces su espiritual ruina sin remedio; repondrían en su abono aquel
            incomparable regalo, que Vuestra Señoría Ilustrísima les hizo con su amable
            visita, cuando se condujo del Tucumán al Cuzco, que en reconocimiento y de-
            mostración de amor a su propio Pastor, ofreciendo como pobres sus fuerzas,
            único caudal de sus personas; y sin padecer molestias en los caminos, ni can-
            sancio en las leguas, lo condujeron en sus hombres. Dirían finalmente lo que
            los hijos de Jacob a su padre: utrum tunica filii tui annon; mirad, Ilustrísimo
            Señor, si nosotros aunque tan malos, dejamos también de ser del aprisco ama-
            do de Vuestra Señoría Ilustrísima; y viendo que el fiel de su justicia se sosten-
            dría en igual paralelo, guiado de su amor, obligación y generosidad, otro que
            el Pastor Divino, se resolvió Vuestra Señoría Ilustrísima a poner en rehenes su
            alma,  no para ser fiscal riguroso de ellos, sino para ponerlos a salvo, viendo
                  169
            que la túnica talar que estos miserables vestían eran del mismo José o Jesús,
            que por salvarlos, dejó despedazar con la cruel bestia la Sinagoga, su madre;
            ¡oh, qué fierro tan cruel de tormentos, traspasarían el alma de Vuestra Señoría
            Ilustrísima! De no saber la resolución o esfera en que se hallaba el Collao con
            sus provincias, para conforme eso tomar las medidas, sin dar lugar de queja al
            uno, por agraviado, ni de atrevido al otro por rebelado.
                    Vacilando estaría Vuestra Señoría Ilustrísima diariamente, no hay
            duda, rodeado de estos dolores, amurallado de estos tormentos, cuando to-
            dos sus apasionados y favorecidos, como tan interesados en su recomenda-
            ble honor, salud y mejor conducta, a una se le unirían, exponiéndole con sus
            humildes y sumisas razones; se infiere de que era consciente, aunque dolo-
            __________________

            167. Psalm. 15. [nota del autor]
            168. Similis factus sum pelicano solitudinis (Psal. 101-7).[nota del autor]
            169. Ego sum pastor bonus, et bonus pastor dat animan suam pro onibus suis. (loan. 10-11). [nota del autor]



                                               396
   392   393   394   395   396   397   398   399   400   401   402