Page 390 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
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            de ponerlos a salvo,  para así atraerlos, con más amor, al regazo de Dios, del
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            Rey y de la Patria, teniendo por ejemplar, el más luciente, aquella heroicidad y
            realzada caridad de los humildísimos y verdaderos hijos del serafín Francisco,
            que a imitación de su grande patriarca, practicaron en Yucay, con los pocos
            Rebelados que escaparon en la cima de un cerro, cuando valerosamente les
            dió combate el invicto y glorioso defensor de la Real Corona de España, Don
            Mateo Pumacahua;  quienes logrando ser conducidos al Cuzco,  y puestos
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            en el palacio de Vuestra Señoría Ilustrísima, después de ser protegidos de su
            caridad y grandeza, fueron presentados, por los mismos Reverendos Padres, a
            la presencia del Señor Visitador, donde gozaron de su libertad y soltura.
                    ¡Válgame Dios! y que con estas demostraciones de cariño, con tantos
            halagos de amor paternal ¿no hallan estos ingratos abierto los ojos de la razón,
            para de una vez sosegarse, ablandarse y humanarse? Que aún el león siendo
            de un coraje varonil, de un genio tan ardiente, viendo azotar en su presencia
            un perro el más bravo, se humilla y se amansa.  Cuando más se les mostraba
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            afable el Cielo y la Real Piedad, se reemplazaba a su favor, convidándoles por
            horas, por momentos, con el perdón; entonces era cuanto más con un coraje,
            con un arrojo, se representaban contumaces en sus sitios, haciendo alarde de
            sus iras, haciendo gala de sus rencores, como el tigre de sus manchas; a porfía
            llevaban sus sistemas de que habían de morir peleando o habían de vencer,
            contrarrestando a los nuestros, que hechos centinelas ocupaban los campos, y
            aunque sus cuerpos eran tributarios del descanso, sus corazones velaban. Fué
            tanto la ocurrencia a diferentes puestos, que parecía no haber ya más comba-
            tientes que saliesen a la palestra. Y luego aquel fallecimiento de muchos en las
            refriegas, era el fallecimiento de los ánimos de otros, y por dar un doctrinal
            documento, esforzar y alentar a los patrianos, y a otros que no lo eran, se vió
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            135. Muchas veces sucedía el que las tropas de los Rebelados se amansasen con la predicación de los sacerdotes. En los mayores
            aprietos siempre los sacerdotes eran embajadores, hacían el razonamiento a los indios, y al yaya (el sacerdote) nunca los apresaban,
            antes rogábanles que a los españoles les dijesen los que ellos querían, y volvían con la respuesta. Los sacerdotes hicieron que Diego
            (Túpac Amaru), Mariano (Túpac Amaru) y Andrés (Mendigure) viniesen a recibir el perdón en Sicuani y Lampa. [nota del autor]
            136. Con estos oficios sacerdotales muchos Rebeldes se veían a nuestra tropa, y por esto no mataban a los sacerdotes, aunque los
            tenian consigo, haciéndoles decir misas en los cerros y campos. [nota del autor]
            137. Este famoso Coronel supo que entraban los Rebeldes a la quebrada de Urubamba, y con licencia de los señores de la Junta de
            (Guerra), usó una estrategema. Publicó a sus moradores. diciendo que los Señores mandaban que a los Rebeldes se les dé la quebrada;
            con esta nueva salieron todos, y entraron los Rebeldes a tomar posesión; y estaban actualmente, haciendo pasear a su Coronel tuerto,
            cuando se apareció el dicho Coronel (Pumacahua) con todo su gente, y apenas quedaron 30 (revolucionarios) con vida. [nota del
            autor]
            138. Estos son los que los Padres Franciscanos de la Recoleta de Urquillos condujeron al Cuzco; y cuando las soldados quisieron
            matarlos, con sus mantos hiciéronlos escapar. [nota del autor]
            139. S. Amb. Lib. 3. exam. [nota del autor]


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