Page 340 - José de la Riva Aguero - Vol-2
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Volumen 2
Documentos varios
fue efectiva, ni se dió á ese decreto el cúmplase: ni el jeneral Antonio José de
Sucre investido con el poder supremo militar adhirió á su tenor. Espuso, por el
contrario, que si continuaban las disenciones entre el congreso y el presidente
Riva-Agüero, se veria precisado á retirarse del pais con sus tropas.
Terminó asi esa escena estrepitosa en el Callao; y tanto el congreso
como el ejecutivo se dirijieron á la capital del departamento de la Libertad.
En Trujillo, lejos de llevarse á efecto ese decreto, fue reconocido por los di-
putados segun es notorio, y se comprueba con el tenor de los oficios del Sr.
Riva-Agüero al congreso, y en especial por el de 10 de julio que se rejistran de
fój. 6 a foj. 8 de los documentos adicionales al manifiesto del jeneral La Fuente
impreso en esta capital en 1829. Lo reconoció tambien el jefe supremo militar
Antonio José de Sucre, con posterioridad á ese decreto por sus notas de 8 y
15 de julio, dirijidas al presidente Riva-Agüero y su ministro de guerra que
corren orijinales de fój. 3 á fój. 4 cuaderno corriente, y por los decretos de 17 y
18 del propio mes á fój. 65 cuaderno 1° por los que encargó al finado marques
de Torre-Tagle el mando del pais hasta que regresara el gobierno supremo ó el
presidente Riva-Agüero segun se espresa en la nota de fój. 3.
Fue igualmente reconocido por Torre-Tagle por su oficio de 3 de agos-
to en que se allana á entregarle el mando luego que se aprocsime á la capital, á
fój. 138 de la esposicion de Riva-Agüero.
Lo reconoció el dictador Simon Bolivar, segun el tenor de los tratados
iniciados con el jeneral La Fuente, enviado por el presidente Riva-Agüero á
fój. 24 cuaderno 1° y por la nota que le dirijió en 16 de noviembre, por con-
ducto del sarjento mayor don Ramon Castilla, segun el certificado de fój. 131
cuaderno 2°
Lo reconocieron por último los pueblos, la escuadra y las tropas ec-
sistentes en el territorio libre del Perú, segun instruyen los 96 documentos de
fój. 11 á fój. 182 cuaderno corriente, entre los que es bien notable el primero
suscripto por el jeneral La Fuente.
Es necesario recordar, que en esa época los pueblos del Perú, aun no se
habian ligado por algun pacto social.
Desde el protectorado del jeneral San Martin, hasta la jura de la cons-
titucion, todo habia sido una serie de hechos tolerados, con el objeto noble
y grandioso de sacudir el yugo español. Siendo libres, estaba en su arbitrio
formar una nacion ó dividirse en varios estados, al cimil del Paraguay, Boli-
via y Montevideo, en Buenos-Ayres; Guatemala en Méjico; y el Ecuador en
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