Page 22 - Mensaje a la Nación 28 de julio\1993-1995\PLO-1993-34F
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(Aplausos.)
Ahora, se ha rescatado el verdadero principio de la autonomía, que no es sino
autogobierno, no gobierno títere; como ex Presidente de la Autoridad de la Asamblea
de Rectores, pregunto: ¿Dónde estaba antes la autoridad? Resulta también asombroso,
que algunas, pocas, de nuestras Universidades Estatales, hayan estado formando
Profesores, bajo las enseñanzas y las presiones de Sendero y del MRTA, increíble, y estos
usaban como pantalla luego, a organizaciones gremiales, en las que utilizaban a otros
maestros para sus propios fines.
(Aplausos.)
Pero donde evidentemente hemos concentrado nuestros esfuerzos, es en la construcción
de Centros Escolares, no olvidemos ni por un momento, que nuestro déficit es de 30
000 Aulas en todo el país, por eso, el ritmo de inauguraciones de planteles no responde
a ninguna Campaña Electoral personal, sino a una necesidad; la necesidad de dotar a
millones de niños peruanos, de una infraestructura decente, —que eso sí— fue mil veces
prometida, pero nunca cumplida.
(Aplausos.)
Para poder superar ese déficit, —repito 30 000 aulas— en algún período, tendremos
que inaugurar —no exagero— un Colegio por día, 350 por año, lo cual hace 7 000
aulas.
A este ritmo —o sea, un Colegio por día— y por 4 años consecutivos, podremos
satisfacer la demanda educativa, sin dejar de lado naturalmente, la capacitación
docente necesaria —esto por si acaso—, no es propaganda reeleccionista de ninguna
manera.
(Aplausos.)
Los esfuerzos de mi gobierno destinados a erradicar el analfabetismo han continuado
durante el 92 y el 93. El año 92 se atendió a un total de doscientos setenta y cuatro mil
alfabetizados con un total de trece mil setecientos promotores rentados. En el año 93 a
un total de trescientos veinte y siete mil. Para este efecto se ha presupuestado los
servicios de dieciséis mil alfabetizadores rentados que es una de las mayores cifras
jamás registradas en el Perú.
Muchas veces con asombro hemos comprobado el grado de indiferencia frente a obras
que costaron dinero y que debieran servir al pueblo y que no era utilizadas o eran
subutilizadas. El caso de los hospitales era dramático. La maternidad de Lima, el
hospital de Bravo Chico, el hospital del Niño, eran centros de salud donde no sólo se
ofendía la dignidad humana sino que se violaban todos los días los derechos humanos.
Quien tenga memoria que recuerde y quien la tenga dormida que la despierte.
(Aplausos.)
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