Page 25 - Mensaje a la Nación 28 de julio\1993-1995\PLO-1993-34F
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(Aplausos.)
Esa política que no es política menuda, ha servido como soporte de la lucha
antiterrorista, en la medida en que hemos podido derivar recursos y hombres destinados
a objetivos de desarrollo y, logrado concretamente el fortalecimiento efectivo de toda
nuestra frontera y al mismo tiempo la eficaz lucha contra los grupos terroristas.
No podemos buscar un país grande en la minucia, mientras perdemos el carro de la
historia.
Hay sectores que le piden al Gobierno que derrote la pobreza para acabar con el
terrorismo, qué peruano no quiere acabar con la pobreza ¡por Dios!, pero no es posible
desde luego que un Gobierno que está superando una crisis de la dimensión de la que
heredamos, pueda en tres años acabar con un problema de centurias, por favor, no
confundamos al pueblo, no politicemos el asunto de la pobreza, con reclamos
aparentemente inocentes.
(Aplausos.)
El empobrecimiento y la explotación de millones de peruanos durante cinco siglos ha
tenido cómplices conocidos, y esta pobreza se ha agudizado en las últimas décadas, por
el desgobierno y el terrorismo.
(Aplausos.)
Déjenos trabajar ordenada y responsablemente para acabar con el terrorismo y crear
condiciones objetivas, por primera vez, para atacar la raíz del problema de la pobreza.
(Aplausos.)
El drama de los pequeños pueblitos del ande que apenas figuran en el mapa, y cuyo
nombre casi siempre desconocemos, que han sido martirizados por el terror es
inmenso; un buen día llevé a mi a mi tercera hija —de apenas 12 años— a conocer
esta cruda realidad del Perú, se trataba de una comunidad que tenía 40 familias,
enclavado en una quebrada, en la parte alta del río Cañete, en dicha localidad y en su
pequeña plaza de armas, un comando de Sendero, al mando del cual se encontraba
una tal camarada Paola, asesinó con ensañamiento y brutalidad a 10 de los 40 jefes de
familia.
Mi hija Sachi apenas podía creer que esto haya ocurrido y que existan como resultado
de estos crímenes sin nombre 40 huérfanos, sólo en ese pueblito. Después de organizar
ella un grupo de asistencia para llevar ayuda material, me dijo muy conmovida cuándo
se iba a castigar a asesinos tan feroces, yo le respondí que desgraciadamente había
muchos pueblos mártires en el Perú; pero que se estaba trabajando para terminar con
esta dolorosa realidad, en gran parte esto se ha cumplido.
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