Page 93 - Debate Constitucional 1993 - Tomo III
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viene de Arequipa, pero de repente con ideas di-  El señor CUARESMA SÁNCHEZ (FIM).—
                  ferentes—, tratamos que de todas maneras haya  ¿Me permite una interrupción, señor Velásquez
                  una verdadera descentralización.            Gonzáles?

                  En el año 1979 ya se hizo este trabajo con la  El señor VELÁSQUEZ GONZÁLES (FNTC).—
                  regionalización; de repente mal entendida: la Ley  Con la anuencia del señor Presidente, le concedo
                  de Bases de Regionalización necesitaba reformar-  la interrupción al señor Cuaresma.
                  se, pero no había que cambiar mucho.
                                                              El señor PRESIDENTE.— Cómo no, señor
                  El señor Juan Carpio Muñoz —y no me dejará  Cuaresma, puede hacer uso de la interrupción.
                  mentir— recorrió casi todo el país con la prédica
                  de la descentralización, haciendo pensar que el  El señor CUARESMA SÁNCHEZ (FIM).—
                  manejo político, social y económico que tenían  Señor Presidente: Sin afán de rebatir algunas
                  las regiones podía transferirse, pasar a manos de  opiniones del oficialismo, yo quiero señalar
                  los municipios. No sé si se habrá dado cuenta de  específicamente que, en verdad, los que por lo
                  su grave error: los municipios no podían hacer el  menos provenimos del interior del país y conoce-
                  manejo político, económico, social de las regio-  mos, no en teoría, sino desde adentro, en la prác-
                  nes, porque las regiones no estaban integradas  tica, lo que ha significado el manejo equivocado
                  por una sola provincia, la provincia capital; es-  o acertado de los gobiernos regionales sin tener
                  tán integradas por todas las provincias de un  mayor autoridad, creo que tenemos mayor ven-
                  departamento —como es en Arequipa, por sus  taja para poder debatir sobre el proceso de
                  ocho provincias— o, como en otros lugares, has-  regionalización anterior y el que propone el
                  ta por las de dos departamentos.            oficialismo y el que vamos a proponer nosotros.

                  La situación ahora, al parecer, es mucho más cla-  A partir de ello, está desechado ya aquello de "a
                  ra. Ha habido un retroceso, pero se nos presenta  qué temen" que dijo el señor Ferrero; o cuando
                  un texto de la noche a la mañana. Parece elabo-  habla, en otro tono, de que estaríamos hablando
                  rado muy apresuradamente. Nos habla de todo  de una cháchara de una cantaleta. No, señor. Los
                  en lo que se refiere a la labor administrativa de  que conocemos del proceso de regionalización, sus
                  los gobiernos locales, pero las regiones sólo apa-  equivocaciones y sus aciertos, podemos debatir
                  recen en el título; no nos habla absolutamente
                  del manejo económico de las mismas y, como lo  en cualquier campo sobre regionalización; no
                                                              porque aprendimos sólo la teoría, sino porque
                  dijo el doctor Flores-Araoz, "el hábito no hace al
                  monje"; o sea, no se nos va a engañar simplemente  sentimos en la práctica los errores y los aciertos
                  mencionando la palabra "regiones". Necesitamos  a los cuales he hecho referencia.
                  conocer a profundidad cómo van a trabajar las
                  regiones; cuál va a ser su autonomía, su manejo  Consiguientemente, no hay ningún temor para
                  político, social y económico de las mismas. Creo  debatir este tema el tiempo que sea necesario.
                  que eso es fundamental.                     Pero no se trata, como dijo el doctor Flores-Araoz,
                                                              de que podamos discutir durante dos o tres días
                  Se ha retrocedido. El señor Presidente ha viaja-  el tema. No, señor. Se trata de ser coherentes. Y,
                  do por diferentes partes del país, se ha dado cuenta  hablando de coherencia, tengo que señalar,
                  y ha tratado de corregir el error. El error es hu-  contundentemente, que nosotros felizmente no
                  mano, pero es de hombres el reconocerlo. Yo no  cambiamos de concepciones ni cambiamos de
                  sé si el señor Presidente de la República habrá  opiniones de acuerdo al viento ni de la noche a la
                  tenido este propósito de enmienda, o será remor-  mañana; y mucho menos, de acuerdo a las en-
                  dimiento de conciencia, o será con miras a obte-  cuestas; y mucho menos, de acuerdo al mandato
                  ner votos para las próximas elecciones al culmi-  de Palacio de Gobierno. Cuando el congresista
                  nar su presente mandato en el año 1995, o será  habla, señor...
                  que por allí ha aparecido de repente el señor Pérez
                  de Cuéllar y le va moviendo el piso.        El señor PRESIDENTE.— Señor Cuaresma,
                                                              le ruego que se concentre en la cuestión previa.
                  Pero no creemos nosotros que la opinión conjun-
                  ta de Renovación y Nueva Mayoría-Cambio 90  El señor CUARESMA SÁNCHEZ (FIM).—
                  sea la opinión definitiva y sea "la última chupada  Concluyo, señor Presidente. Pero siempre hay que
                  del mango" la que nos traen el día de hoy aquí al  responder a algunas aseveraciones que no tienen
                  Parlamento para que, acelerada y apresuradamen-  ningún pie ni ninguna contundencia cuando se
                  te, vayamos a un debate sin la definición corres-  hacen esa clase de acusaciones, como la que ha
                  pondiente, sin la reflexión de un asunto de tal  hecho el señor Ferrero, y a la cual también se ha
                  trascendencia.                              referido el señor Amurúz.



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