Page 391 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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no. Posteriormente, daremos por debatido el tema Tal es en verdad la importancia del veto, a mi
y pasaremos a la votación. modo de ver, que la casi unanimidad de los esta-
dos americanos y muchos de los europeos lo acep-
Le agradezco su intervención. tan por unanimidad y lo establecen en sus textos
constitucionales.
El señor TORD ROMERO (CD). Gracias,
señor Presidente. En nuestra evolución constitucional, todas las
constituciones, aun las más parlamentaristas y
Con respecto a la aclaración de un turno, efecti- recelosas con el Ejecutivo, aceptaron el veto, es-
vamente, no tengo otra alternativa, porque mi tableciéndose para el caso de las insistencias una
bancada no está.
mayoría de dos tercios en las Constituciones de
Salvo la flexibilidad de la Mesa, como me lo su- 1828 y 1920, y mayoría simple en todas las res-
giere el doctor Bedoya. tantes.
Seré breve. Intervendré simplemente para fijar Señor Presidente, la Constitución vigente, la de
mi posición sobre el tema. 1979, como sabemos, en su artículo 193º recoge
la institución del veto u observación presiden-
La promulgación parcial de una ley por el Presi- cial, estableciendo que para la reconsideración
dente de la República es una innovación que con- del proyecto de ley observado y, por tanto, para
tiene el proyecto de mayoría, lo que me parece su promulgación por el Presidente del Congreso,
improcedente, puesto que una ley es un todo co- se requiere del voto de la mitad del número legal
herente y orgánico como ya se dijo y no pue- de miembros de cada Cámara.
de ser desarticulada o dividida sin correrse el ries-
go de su desnaturalización. Esta norma nos parece razonable y coherente;
pero aquí fijo mi posición al respecto: la propues-
Sin embargo, el veto, doctrinariamente, no es sino ta de la promulgación de una ley es inadecuada
la observación motivada que hace el Ejecutivo a por las importantes razones que aquí se han ver-
un proyecto de ley sancionado por el Parlamen- tido y que las hacemos nuestras.
to. En ese sentido, leo que un tratadista norte-
americano, Wechster, define el veto "como un Muchas gracias, señor Presidente.
poder que se ha reconocido al Presidente, como
defensa contra una legislación precipitada, incon- El señor PRESIDENTE. Muchas gracias,
sulta o inadvertida, de una mayoría hostil"; y el
tratadista francés Esmein, señala: "El veto es un doctor Luis Enrique Tord.
instrumento de reacción democrática contra los
errores y abusos de las Asambleas Representati- Habiendo hecho uso de la palabra todos los con-
vas". gresistas que la han solicitado, se consulta al
Congreso si dan el capítulo por suficientemente
El constitucionalista argentino Rafael Bielsa ano- debatido. Se va a votar. Los señores congresistas
ta que "el veto se trata de una atribución que se que estén de acuerdo, se servirán manifestarlo
justifica más que como prerrogativa, como una levantando la mano. (Votación). Los que estén
forma de contribuir a la más eficiente y oportu- en contra. (Votación). Acordado.
na legislación". Y, finalmente, quiero recordar a
nuestro gran tratadista Pareja Paz Soldán, luego El señor MOREYRA LOREDO (SODE).
de hacer notar que el veto ha tenido entre noso- Señor Presidente, pido la palabra.
tros una práctica ininterrumpida, consustancial
con la institución presidencial, asevera lo siguien- El señor PRESIDENTE. Sí, doctor Moreyra
te: "Es una consecuencia de la legítima partici- Loredo.
pación del Ejecutivo en la obra legislativa. Está
encaminado a obtener un justo equilibrio de po- El señor MOREYRA LOREDO (SODE).
deres. La intervención del Presidente de la Re- Gracias, señor Presidente.
pública representa un elemento moderador de
carácter técnico, destinado a balancear la inspi- Aunque estemos agotados yo por lo menos lo
ración puramente política de muchas decisiones
del Congreso, afianzado el rol permanente que estoy, por la importancia del artículo 125º, le
le señala la Constitución y es un instrumento pediría que su votación sea nominal, para regis-
indispensable para contener, aunque sea sólo por trar bien la consulta.
un tiempo, medidas inconsultas o para poner un
freno a la omnipotencia que a veces tiene el Con- El señor PRESIDENTE. Correcto, señor
greso". Moreyra.
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