Page 119 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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libertad de expresión, que no es el público toda-  que se respeta el hecho. Está muy bien que se
                  vía, sino principalmente los dueños de los me-  haya propuesto la aprobación tal como está. Está
                  dios, que el Congreso mantenga inalterable un  muy bien que los gremios periodísticos, las em-
                  artículo constitucional que no va a permitir avan-  presas, los medios de difusión hayan protestado
                  ces legislativos en otros campos que son indis-  por el riesgo que significó poner una peligrosa
                  pensables para proteger al usuario; y han puesto  cortapisa a la libertad de expresión.
                  —hemos aceptado, en mi caso, por la fuerza de
                  las circunstancias— el artículo constitucional  Entiendo que los periodistas nacionales estén
                  peor redactado de esta Constitución, porque es  susceptibles de cualquier cosa que signifique una
                  reiterativo, es reglamentarista y otorga el privi-  sombra que recorte la posibilidad del derecho de
                  legio de desarrollar un derecho, solamente uno,  opinión. Al fin y al cabo, fueron casi doce años de
                  más allá de lo que se desarrollan todos los demás  una férrea dictadura militar que con prepoten-
                  derechos.                                   cia, en el año 1975 —yo era editorialista de La
                                                              Prensa en esa época—, invadió con la fuerza de
                  Está bien. Eso está aceptado y así queda. Yo voy  las armas los diarios de circulación nacional y
                  a votar a favor. Estoy explicando los motivos por  otros medios de comunicación. Fue una de las
                  los cuales no queda otra alternativa. Pero que se  etapas más negras de la vida nacional; bajo capa,
                  sepa que pasarán muchos años todavía en que  por cierto, de la democracia, la libertad y todos
                  aquellos que defienden la libertad de expresión,  esos conceptos que se pronuncian, prostituyén-
                  lo seguirán haciendo a sabiendas de que contra  dolos, cuando en realidad quien los pronuncia no
                  su pensamiento está una mayoría de medios de  es honesto ni recto.
                  comunicación, con la cual yo no puedo luchar.
                                                              No me extraña, por eso, la reacción del país. No
                  Quiero recordar a los señores presentes que,  me extraña, por eso, la reacción de los amigos
                  cuando estatizaron los periódicos, fui uno de los  profesionales de la prensa y de los medios de co-
                  pocos que hizo horas de cola en la oficina de  municación social. Tienen toda la razón. No ol-
                  Héctor Cornejo Chávez para que me publicaran  vidaremos al dictador Velasco Alvarado; no olvi-
                  dos cartas en contra de la estatización de los pe-  daremos a su ayudante Héctor Cornejo Chávez,
                  riódicos y a favor de la libertad de prensa, y fue-
                  ron publicadas en El Comercio. Los señores de  redactando el famoso Estatuto de Libertad de
                                                              Prensa; no olvidaremos esa noche en que entra-
                  los medios de prensa que escuchan, cuando citen
                  esto, que primero lo revisen, para que vean que  ron con la policía a los periódicos. Por lo tanto,
                  se puede defender la libertad de expresión sin  seré el primero, junto con los periodistas, ahí, al
                  estar a favor de una apropiación o de una dicta-  lado de ellos, mis queridos colegas, en impedir
                  dura de los medios estatales.               que haya una sola línea que eche una sombra
                                                              sobre la libertad de expresión más amplia en este
                  El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el   país.
                  doctor Tord.
                                                              Y no soy amigo —Enrique tampoco— de decir
                  El señor TORD ROMERO (CD).— Pretende-       que vengan las entidades internacionales aquí.
                  ré ser breve, señor Presidente, con el título que  Que vengan, pero no llamadas. Nadie tiene por
                  me da el ser colega, desde hace años, de mi que-  qué venir, pedido por nosotros, a controlar, cons-
                  rido amigo Enrique Chirinos Soto en las lides  tatar, ver si nos portamos bien o mal. No, señor.
                  periodísticas, aunque él es un maestro y me lle-  Nosotros tenemos que ser un país independien-
                  va un buen tiempo en el recorrido de escribir en  te, en tanto que somos quienes creamos nues-
                  los diarios.                                tras propias instituciones y las defendemos. Para
                                                              eso está este Congreso. Y si aun así duda la So-
                  Sin embargo, quiero subrayar, desde mi modes-  ciedad Interamericana de Prensa, a la que res-
                  ta experiencia en ese terreno, lo siguiente:  peto, es por equivocaciones de ella.
                  Respecto de lo que se ha dicho con relación al  Cuando la OEA lamentablemente tuvo que exi-
                  inciso 4) y las dificultades que se tuvo, creo que  gir que haya aquí elecciones, me dio vergüenza
                  ha habido imprudencia y falta de experiencia.  que esa institución —a la que yo pertenecí como
                  Hoy la libertad de expresión y los derechos hu-  Presidente del Comité de Cultura en alguna opor-
                  manos son pilares fundamentales del respeto de  tunidad— tuviese que pronunciarse para que este
                  la dignidad nacional y de la dignidad y respeto  país se reencauzara por la legalidad. O sea, ¿las
                  de las naciones sobre los países.           instituciones internacionales son las que tienen
                                                              que venir a decirnos qué tenemos que hacer? Esto
                  Tal como está redactado el inciso 4) del artículo  es un asunto que me hiere, me encoleriza, y me
                  2º en la Constitución de 1979, no hay duda de  parece de una incalificable denominación.



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