Page 11 - Rumbo al Bicentenario - JUlio 2021
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fundacional republicana. El Club A la fragmentación de la sobera- pues fueron obra de esas milicias
Electoral Independencia, el Parti- nía que se trasmutaba de región andinas patriotas que resistieron
do Civil y el encumbramiento de en región, de caudillo en caudillo, al invasor y precipitaron el fin de
Manuel Pardo, se apropiaron del le sobrevino una profunda disper- la guerra. Y lo hicieron porque te-
aura de la independencia. Preci- sión territorial que puso en vilo la nían la memoria intacta cuando
samente para darle brillo y fabri- integridad de la joven República. se movilizaron durante las gue-
car un Aladino republicano hecho No fueron suficientes ni el gua- rras de la independencia. ¿Y de
a sus intereses. no de isla ni los ensueños de los qué otra memoria histórica podía
primeros liberales para proyectar provenir ese horizonte utópico re-
Y la prueba de la legitimidad que un horizonte de largo plazo a una publicano y plebeyo que animaba
instaló el auroral civilismo fue la Nación hecha de retazos. a esas columnas de milicianos
movilización de masas plebeyas y que resistieron con las armas al
las turbas que tomaron las calles Con el civilismo y Manuel Pardo ejército invasor chileno?
de Lima para ahogar en sangre se daba inicio a una saga, a una
y escarmentar la asonada de los narrativa y a un artefacto históri- Sin duda, poseían un recuerdo
hermanos Gutiérrez. Un militaris- co ideológicamente estructurado épico de su participación en la
mo pretoriano que se negaba a que merece ser puesto al descu- guerra por la independencia y
renunciar a la titularidad que ejer- bierto en vísperas del Bicente- de las posteriores movilizaciones
cía sobre la soberanía pública y nario. Un inédito ideal de Nación armadas, donde la titularidad del
el Estado. Fue la expresión visible y de comunidad. A Pardo no se poder se definía precisamente en
del profundo malestar de las ba- le puede negar su genuino inte- esos territorios. Fue la época de
yonetas, la pólvora y de la lucha rés y compromiso con un país al las guerras civiles de la tempra-
enconada entre elites sociales que lo sentía desde sus entrañas. na república. Un periodo donde
y económicas que negaban con Solo basta repasar su biografía los galones se ganaban en los
sus actos valores de republica- pública para convenir en que no campos de batalla. Donde, según
nos. Para lo que interesa puntua- era ningún advenedizo. Alcalde Basadre, los locuaces criollos
lizar, el civilismo tuvo como parti- Lima, presidente de la Beneficen- de Lima debían rotar y fungir de
da de nacimiento esa frustración cia Pública, ministro de Estado, cortesanos alrededor de los ge-
sobre los desaciertos de la joven intelectual orgánico y animador nerales andinos (Gamarra, Santa
república y su empeño por hacer de la Revista de Lima. Se suele Cruz).
cumplir esas promesas liberales fabular con que, de no haberse
que merecieron, décadas atrás, producido el magnicidio en con- A Pardo y el civilismo histórico le
los severos juicios de Bartolomé tra de Pardo en 1876 a manos del sobrevino la Guerra del Pacífico y,
Herrera. Sargento Mayor Melchor Monto- con ello, el estigma de la derrota
ya, otro hubiese sido el resultado y una memoria histórica fatalista
Cuando Bartolomé Herrera in- de la Guerra del Pacífico. Quizá y heterónoma. Lo que se nombra
vocaba la soberanía de la inteli- entonces, ni Mariano I. Prado, Ni- como la República Aristocrática
gencia como instrumento político colás Piérola, Andrés A. Cáceres, fue el precio que la Nación debió
para estabilizar la gobernabilidad menos Miguel Iglesias, se hubie- costear por los yerros y la male-
y exorcizar las guerras civiles en- ran negado al liderazgo natural dicencia de una clase dominante 11
tre los caudillos, también tenía en del fundador del civilismo. A ve- obcecada que cada vez se dis-
cuenta a esas fuerzas sociales y ces la ucronía suplanta la causa- tanciaba más del territorio al que
militares que actuaban como ten- lidad histórica. debía su riqueza. Una elite que
dencias centrífugas que impedían mereció, quizá, las pájinas más
todo intento por ordenar los inte- La réplica plebeya al civilismo dignas de una prosa republicana
reses y conflictos entre facciones emergió más tarde durante la altiva encarnada en Manuel Gon-
políticas y las regiones en pro- ocupación chilena de los Andes zález Prada, comprometida con Comisión Bicentenario del Congreso
ceso de reconstitución. Entre la centrales. En esa coyuntura tuvo la defensa de las mayorías socia-
época de Bartolomé Herrera y la lugar una de las epopeyas repu- les de ese tiempo.
de Manuel Pardo, se produjo uno blicanas que deberían ser obje-
de los periodos más turbulentos. to de divulgación más prolífica,