Page 20 - Rumbo al Bicentenario. Año 2, Nº 9
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Como se aprecia en estas referencias, la principal conexión que se hacía con la zona de la selva conexa
eras partir de lo que ahí se producía, que es visible abastecía a la región de Jauja. Entre lo más
destacado están frutos de diverso tipo y la azúcar y sus derivados. Precisamente, la documentación que
por ahora se ha localizado se centra en transacciones que se hacían de unidades que producían caña de
azúcar.
| Las haciendas de caña ver al en la selv a de Jauja y su articulación ec onómica en una región de fr onter a, siglo XVIII
3. Las haciendas de cañaveral de la selva central
Para lo que aquí venimos discutiendo, es importante anotar que en el ya citado “Yndice” se menciona
que en la “montaña” había dieciocho haciendas de cañaveral. Se debe destacar que en este documento
se hace referencia, de manera contrastante, la existencia de solo dos haciendas en el valle en aquel
momento. De acuerdo a esta información tenemos el siguiente cuadro:
Haciendas de cañaveral ubicadas en la montaña (selva) por doctrinas
Apata Comas Pariahuanca
Ana Quintabamba La Loma
Uchubamba Coillorbamba Chiquia
Huancamayo
Luribamba
Sancay
Chinchaibamba
Ancha
Auay
Alitongo
Chuya
Masca
Cañachacra
Yungay
Chamana
De acuerdo a la documentación que hasta el momento se ha localizado, estas unidades productivas
estaban bajo la posesión de quienes integraban la estructura de poder en el valle de Jauja, españoles y
elites nativas. Al menos no hemos encontrado evidencia que hayan sido parte de algún de propiedad
corporativa. Básicamente, es posible de apreciar dos grupos como los principales propietarios de estos
bienes. Unos puedes ser considerados como criollos y otros como parte de la elite indígena que existió
en la zona durante este siglo.
Por ejemplo, en el caso de las elites indígenas, en abril de 1748 don Francisco Antonio Ximénez arrienda
a don Joseph Gabriel Astocuri la porción de caña que produce la hacienda Pariaguanca (ARJ, Protocolos
Notariales, t. XXI, fol. 78v.). Ximénez en este momento estaba casado con doña María Astocuri y quien
fue la heredera de esta propiedad. De otra parte, Astocuri era hijo ilegítimo de don Blas Astocuri, el más
importante cacique principal y gobernador de la región durante la primera mitad de este siglo que se
había posicionado como un importante propietario en la zona. Una de las razones que argumenta
Ximénez es la necesidad que tiene de satisfacer algunas deudas, lo que muestra que el ingreso obtenido
por estas propiedades circulaba en el valle. En realidad, todas las transacciones que se han localizado
19 tienen esa connotación. Vale decir, la rentabilidad de estas unidades productivas se hacía efectiva
principalmente en la región de Jauja.