Page 21 - Rumbo al Bicentenario
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Sin embargo, como respuesta a ello, tenemos movimientos como los de Victoria y Nicomedes de Santa
           Cruz, quienes, precedidos por las enseñanzas de Porfirio Vásquez en la música, inician un proceso de
           reconstrucción de las manifestaciones artístico-culturales afroperuanas, reivindicando la raíz y
           herencia africana. Este proceso el que Heidi Carolyn Feldman llama “Renacimiento Cultural
           Afroperuano” (Feldman, 2009) fue el retorno simbólico a África de los afrodescendientes peruanos, y fue
           el germen de las revaloraciones y afirmaciones identitarias afroperuanas. Unas de las expresiones de
           este movimiento, reside en las décimas de Nicomedes Santa Cruz, como las que reivindican las luchas
           africanas por la independencia como “Congo Libre” y “Johannesburgo” (1960); o el poema rítmico de
           Victoria Santa Cruz, “Me gritaron negra” (1975), en donde reivindica la aceptación y orgullo por la
           apariencia física y herencias africanas, frente a una sociedad constantemente racista. Nicomedes y
           Victoria Santa Cruz, para realizar este movimiento, tuvieron que investigar las diversas manifestaciones
           culturales de descendientes de africanos a través de la Costa peruana, en donde esta población obtuvo
           y mantiene su desarrollo cultural. Desarrollo que trasciende las esferas de la música y la danza,
           pasando por la culinaria, formas de vida, los conceptos de unión familiar y comunitaria, entre otros,
           principalmente adscritos a los barrios obreros y rurales de la Costa.

           Este movimiento artístico-cultural, llevado a cabo en plena efervescencia de las reivindicaciones por los
           derechos civiles de los afrodescendientes en las Américas y los procesos independentistas en África,
           fue el preámbulo para el surgimiento de las primeras organizaciones afroperuanas, como el caso de la
           Asociación Cultural de la Juventud Negra Peruana – ACEJUNEP, en 1969; Asociación Cultural “La
           Tribu”, a mediados de los años 70; y el Instituto de Estudios Afroperuanos – INAPE, en 1979 (Valdivia
           Vargas, 2013). Estas organizaciones, a su vez, fueron el preámbulo y germen de la formación del
           Movimiento Negro Francisco Congo (MNFC), fundado el 30 de noviembre de 1986. Con este movimiento
           de bases asentado por gran parte de la costa peruana, principalmente en las regiones de Piura,
           Lambayeque, Lima e Ica; que se acentúa el empoderamiento de los afroperuanos en la zona rural y
           urbana por la lucha de sus derechos colectivos. A esto, se suma en 1990 la organización no
           gubernamental Asociación Negra de Defensa de los Derechos Humanos, quienes también realizaron
           una labor de reivindicación de derechos y lucha contra el racismo en zonas de la costa peruana. Ambas
           reivindicaron  una sociedad  menos racista  y trabajaron  en el  fortalecimiento de  las comunidades
           afroperuanas.

           Cerca al año 2000, con una crisis interna del MNFC, se da el apogeo de surgimiento de organizaciones     La c onstrucción de la identidad afr operuana en el de venir de dos siglos de hist oria republicana
           no gubernamentales, que es la actual forma principal de organización de la sociedad civil afroperuana.
           Estas inciden con distintos ejes prioritarios: investigación académica, formación política de jóvenes,
           actividades culturales de corte reivindicativo, actividades comunitarias, las cuales tienen como ejes
           comunes principales: la lucha contra el racismo y la reivindicación de los aportes de la cultura
           afroperuana al país. En el año 2001, después de la “Conferencia Mundial contra el Racismo, la
           Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia”, patrocinada por las
           Naciones Unidas en la ciudad sudafricana de Durban del 31 de agosto al 8 de septiembre del 2001, la
           mayoría de las organizaciones empiezan a priorizar la identidad afroperuana, de corte étnico, histórico
           y cultural, sobre la identidad negra, de corte fenotípico, racial. De esta forma, se vuelve a reivindicar las
           raíces africanas a través del mismo nombre de este pueblo, ya de forma abierta y oficial.

           Las diferentes pugnas de las organizaciones afroperuanas dieron vitales frutos, como en el año 2006,
           donde a través del Decreto de Ley N° 28761 del Congreso de la República, se declara el 04 de junio como
           “Día de la cultura afroperuana”, en conmemoración de Nicomedes Santa Cruz, como gran cultor de la
           cultura afroperuana. En el 2009, mediante Resolución Suprema N° 010-2009-MIMDES, el Estado
           Peruano expresa el “Perdón histórico al Pueblo Afroperuano por abusos, exclusión y discriminación
           cometidos en su agravio y reconocen su esfuerzo en la afirmación de la identidad nacional, difusión de
           valores y defensa del suelo patrio”, la cual fue la primera vez que el Estado Peruano reconocía desde el
           ejecutivo en una ceremonia oficial la condición de Pueblo de los Afroperuanos, y señalaba todos los
           abusos perpetrados por los gobiernos del Perú hacia esta población, abriendo un paso para posteriores
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           acciones políticas desde el Estado Peruano.
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