Page 29 - Rumbo al Bicentenario Nº 4
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No obstante, a pesar de la derrota realista en la batalla de Tucumán, El Argos Constitucional afirmaría: “Por
          más que se afane el hombre en pos de la lisonjera idea de su libertad, por más que imagine sistemas, y que por
          conseguirla use los medios más raros y violentos, jamás podrá ser tan feliz y tan libre como lo es al abrigo de la
          nueva Constitución española.”   Este ambiente complejo y conflictivo fue señalado también por El Verdadero
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          Peruano luego que el ejército realista volviera a sufrir otra derrota, esta vez en la batalla de Salta: “en medio
          de las terribles convulsiones con que unos cuantos malvados y sediciosos han intentado destruir el orden social y
          sumergir la nave del Estado, alucinando a los pueblos incautos”,  era  únicamente  con  “nuestra inmortal
          Constitución” que la quietud y la armonía social podían instaurarse en América.   23


          En esta coyuntura de guerra y revolución El Investigador insistía en aquella misma premisa:

             “La América, unida de corazón a la madre patria, levanta

             su frente con alborozo y noble orgullo. ‘ Ya soy, exclama,

              ya soy libre y feliz, no por cálculos ideales, y empresas

              temerarias; más si por una constitución liberal, justa y

                  sabía. Desaparecieron para siempre los abusos, las

                violencias, y todos los malos del antiguo despotismo.

                    Tengo parte en la representación de la soberanía

                nacional; en la administración pública, y en todos los

              empleos y honores. ¿Qué más puedo desear? Españoles y

               americanos, ya no somos más que un pueblo: nos rigen

                 las mismas leyes y nos unen los mismos intereses; y

              gozamos en comunidad fraternal, de los may ores bienes

               que son posibles en el orden de las cosas humanas. Así

             debe precisamente expresarse la América, llena de júbilo

                y de entusiasmo al recibir la nueva constitución de la                                              “C onstit ución, base de nuestr a pr osperidad y gr ande z a“

               monarquía española, porque ve realizados sus votos, y

                   respetados todos sus derechos en este monumento

                          grandioso de nuestra prosperidad común.”                              24













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          22 El Argos Constitucional de Lima. Nº 2, del domingo 14 de febrero de 1813.
          23 El Verdadero Peruano. N° 12, t. 2, del jueves 22 de julio de 1813.
          24 El Investigador. Lima, Nº 8, del jueves 8 de julio de 1813.
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