Page 31 - Vida y Obra de Vizcardo Guzman - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de Juan Pablo Viscardo y Guzmán
para aproximarse a la clase de los blancos». Generalmente son valientes. Los
que tienen educación poseen tanto talento para las ciencias como los criollos:
«(…) comparten mucho más las buenas cualidades que se reconocen a los es-
pañoles criollos, que las debilidades que se reprochan a los indios» (Viscardo
1988: 81).
Sobre los indios confirma que los de México y el Perú tuvieron un
grado alto de civilización antes de su conquista por los españoles. Advierte
que se limita a describir a los indios del Perú «que conozco de cerca desde
mi infancia, dentro de la relación que tienen con la sociedad y el estado». Sin
embargo, se refiere a los indios desde una perspectiva paternalista como bon-
dadosos hasta la conquista. A partir de ahí, «quedaron expuestos a la opresión
del pueblo conquistador». Alaba a España por la protección que brinda a los
indígenas (sobre todo gracias a los sacerdotes en el espíritu del padre domini-
co Bartolomé de las Casas), pero constata que «el gran flagelo de los indios en
el Perú son los corregidores» por los repartos de mercaderías que realizan y
que fuera «la principal causa de la insurrección de los indios en 1780». Ahora
las cosas han cambiado, sobre todo para los indios urbanos, y se encuentran
mejor que los campesinos de Alemania, Polonia o Rusia. Su situación ha de
mejorar (Viscardo 1988: 81-83).
La sociedad tiene vínculos y Viscardo los entiende aquí como natura-
les. Los mestizos son una «raza numerosa y valiente robusta e inteligente» y
los considera «el eslabón más fuerte que une a estas dos clases en una misma
sólida masa de Sociedad». En cambio, los «blancos nacidos en América» tie-
nen la necesidad de los indios «que cumplen todas las ocupaciones subalter-
nas de la Sociedad», además de la «cordialidad natural» por la convivencia
y conocimiento y adaptación de lengua y costumbres. Al final dice que «los
indios son menos domésticos que los negros y los mulatos, y con ellos no se
corre el riesgo de ser asesinado o robado». Y añade, «pero nada iguala la fide-
lidad y el afán de las indias por atender el hogar de sus amos (…)».
Su posición paternalista se refleja claramente cuando expresa lo que
un hacendado andino diría:
Habría que haberse borrado del corazón todos los sentimientos que la naturaleza ha grabado,
para no sentirse unidos a seres tan necesarios, útiles, y además tan humildes y tan dóciles
como los indios; y la verdad es que hay un interés real y sólido por ellos en conjunto (…).
Mucho más notable y útil es el interés que se tiene por estos indios de ambos sexos, que se han
nacido o que se han educado en las casas de los criollos (Viscardo 1988: 84-85).
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