Page 132 - La Rebelión de Huánuco. Vol 4
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Volumen 4
                                 Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huamalíes
            Huamalíes, sobre haverlos ceducido para la Rebelión últimamente executada
            en dicho Territorio, contestando al Traslado comunicado del Proseso de su
            materia, ante Vuestra Señoría paresco, y digo: Que Justicia mediante, y aten-
            diendo al mérito que ministran los mismos Autos, se ha de servir su notoria
            justificación declarar solegnemente mi inosencia, y en su Virtud ponerme in-
            mediatamente en livertad, vajo la correspondiente fianza, con la protesta que
            desde haora hago, de repetir todos los daños, y perjuicios que me ha irrogado
            una falcedad tan desituída aun de pretestos y subterfugios que pudieran encu-
            brirla, según se demuestra por los combencimientos siguientes.
                    Todo el crimen que se me imputa en el cuerpo del Proceso es haver yo
            persuadido al Común de Yndios del Pueblo de Chupan de que no pagasen su
            Cota de tributos, por quanto dentro de tres meses, estarían libres de semejante
            gravamen, con la llegada del insurgente Casteli; que devería verificarse por la
            ruta de la Montaña Real de Huánuco, parage de Auarapa.
                    Para darle el devido esclarecimiento á esta ridícula impostura, creo ne-
            sesario dar razón del motivo de mi viage á aquel Partido. Este no fue otro, que
            el haver dado cumplimiento á la Superior Orden de Vuestra Señoría, por la
            que me confería Comición para conocer, y entender en lo informativo, acerca
            de la acusación que por entonces propusieron los Yndios de dichos Pueblos
            por ostilidades y otras incidencias, contra su Subdelegado. Berifiquela en efec-
            to, con aquella integridad, y circunspección que me permitieron mis faculta-
            des, y la limitada imbestidura que dava caracter a una función tan odiosa, y
            el resultado á sido atraerme el encono, y la calumnia, que hoy hasen gemir mi
            lealtad, y Patriotismo. De este principio, han partido todas mis persecucio-
            nes y travajos; pero como estoy íntimamente persuadido, de que triunfando la
            verdad, he de haser brillar la puresa de mis intenciones, me considero víctima
            gustosa, hallándose sostenida mi constancia por una confianza tan consoladora.
                    Es pues el caso, que de mis Actuados Ynformatibos, resultó acrisolada
            la conducta del Subdelegado; y por consiguiente desvanecidas las falsas impu-
            taciones con que los Yndios [ilegible] con tan esforzado enpeño; y como yo
            no huviese podido complaser á estas Jentes en sus dañados propócitos, mas
            hallá de los deveres que me imponían la verdad, y la Justicia de aquí el odio, y
            la maledisencia, con que me sindicaron, en el Superior Gobierno de Vuestra
            Señoría hasta llegar al estremo de reputarme, como auctor de las Escandalo-
            sas novedades que acaban de perpetrar en aquel desgraciado Paiz. Nada es
            tan natural en el hombre, como el satisfacer sus resentimientos al favor de



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