Page 310 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
                    (Al margen):
                    Huanuco 19 de Mayo de 1812. A los de su materia, y traiganse. Gon-
            sales (Rubricado). Antemi Nicolas Ambrocio de Ariza (Rubricado). Mariano
            Flores (Rubricado).




                                  Señor Governador Yntendente.
                    El capitan Don Santos de la Vega en la defenza de Manuel Reyes
            (Alias Coco) contestando al traslado, y alegado de vien provado ante Vues-
            tra Señoria paresco, y digo: Que la informacion producida que con la so-
            legnidad devida acompaño, manifiesta claramente que mi parte salio de los
            primeros á sugetar á los Yndios Ynsurgentes al Puente de Huayaupampa,
            sirviendo con esmero hasta la retirada de los Españoles de esta ciudad, en
            cuio estado la conservacion de la vida, que es tan amable, le obligó á haser
            alguna manifestacion de que hiba con ellos, y que hera de su partido, por
            que de lo contrario lo pasaria mal, y se espondria a pereser.
                    Mi parte contraido á su travajo á mantenido sus obligaciones, sin dar
            la menor nota de su persona, y á subsistido con desencia, sin mesclarse, ni
            juntarse con hombres de mala fama, como con igualdad lo disen los testigos.
                    Está de manifiesto por la misma informacion que los Yndios á todo
            avitante de esta ciudad lo compelia con pena de la vida, para que caminasen
            á Ambo, en la primera y segunda vez, lo que motivó para que mi parte se
            dirigiese forzado, y no como sele supone voluntariamente.
                    Hay muchas cosas que se verifican acontra los sentimientos del cora-
            zon, como en aquella estacion, que por atender á su conservacion mi parte,
            fue presiso que caminase con las ideas de los Yndios, sin poderlo remediar
            en una ciudad de samparada, sin autoridad legítima, ni freno que sugetase la
            Ynsurgencia, los robos, y asesinatos, sino que los Yndios hallandola en este
            desamparo, se bolvieron despotas que lo querian governar á su capricho, se-
            gun su torpesa, y malas intenciones.
                    Mi parte es mas acrehedor á la piedad, que otros, por no haver obrado
            con diliveracion, sino forzado, y asi es digno que se le mire con lastima, sin
            que se descargue sobre sus hombros todo el peso de la justicia. Por tanto·
                    (Al margen)
                    A Vuestra Señoria pido y suplico que dando por contestado el traslado
            se sirva determinar lo que estime mejor á reglado á derecho, y en terminos



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