Page 290 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
            Yndios, á sido constante; por que si alguna razon les huviera quedado, pro-
            curarian escuchar las voses de la misericordia con que se les convidava con
            tanta benignidad. Sino fueron feroses, no gritarian que resevirian á Vuestra
            Señoria con sus armas y que lo que susedió a los voluntarios la primera vez,
            susedería con las tropas Reales, y otras espreciones. ¿Como hera posible no
            conoser inmediatamente la ferosidad? ¿Y por que no avisar esta voseria con
            que ablavan estos insurgentes? ¿Que mayor traicion para mi parte que no
            presentarlos con el mismo aspecto?...
                    El siglo dies, y nueve se puede desir con verdad, que á sido el siglo
            del herror y de la mentira, del descontento, y del engaño, pues los mayores
            exsesos se han cometido en el, Abundan papeles subercivos. Los Señores
            nuestros Diputados hablan en un tono de desconfianza, y descontento; El
            Peruano mismo es un bolcan, que exsala mil de espreciones, que asegura mi
            parte fieripotest ut etiam electi inducantun in errerem, este fue el principio,
            para que un tanto deslumbrase la alta brillantes de fidelidad, que á respirado
            siempre mi parte, en las poesías que le acusa Narsiso Ponse, y que á confe-
            sado mi parte, siendo absolutamente falso todo lo demas, que consta de su
            confecion de f. Es cierto que mi parte inducido, y tentado por Fray Marcos,
            llevado de la obscuridad que trahen consigo los diarios de Cortes, y el Pe-
            ruano, compuso, lo que nunca jamas pudo haser en toda su Edad, pues es
            constante que jamas fue poeta ni save componer. Asi ignorante de la trama
            que tenia, aquel intrigante, le hiso confianza de lo que tan negramente ven-
            dió, siendo el peso de los Testimonios que acreditan su fidelidad de mayor
            gravedad; como ló és, el sermon dirigido á este Govierno, del adjunto final
            de un sermon y de los testigos de mayor esécion, que le vieron siempre ablar
            secreta, y publicamente, sobre union y fidelidad. Siendo absolutamente fal-
            sos que mi parte a la hora de la siete de la noche, pudo tener presencia del
            sindicante, esas combersaciones de balas cañones de maguey, y carga e in-
            utilidad de su obra, por que puntualmente, esa es la misma hora en que mi
            parte tienen distribucion diaria, en compañia de muchas personas, que se
            recogen á su combento como es publico y notorio. Sus poesias abundan de
            todo el efecto del orbe; y asi por lo que tuviesen, implora la venignidad de
            Vuestra Señoria en atención a que la sindicacion es una, y los testimonios
            que produse de Patriotismo, y lealtad, son de mucho peso, y sus razones
            vastante solidas; que le hasen un fiel vasallo del Monarca, y sometido á las
            Autoridades legitimamente constituidas.



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