Page 285 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
P. 285

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
            el consuelo a toda su Monarquía de su restitucion al Trono: parecia un Apostol
            en sus Santas esclamaciones rogando por el triunfo de las armas españolas, por
            la felicidad, y pas de todo el Reyno; y excitando alos oyentes á protextar la fide-
            lidad á la Nacion oprimida, y el reconocimiento y vasallaje al Estado. Es quanto
            puedo decir sin ponderacion en fuera de la verdad. Huanuco 13 de 1812.
                                         Manuel  Alcaráz (Rubricado).

                    [en blanco]
                    (En la parte superior derecha)
                    Copia fiel de la conclusion de un sermon predicado en [roto] de esta
            ciudad en el Mysterio dela Ymmaculada Concep [roto] el dia 8 de Diciembre
            del año ppo. de 1811 por el Presvitero Don Jose [roto] por el que subscribe
                    ¿Y que otro privilegio mas lleno de honor para vo [roto] gloriosa? No,
            no vera la masa perdida ni antes, ni despues cosa semejan [roto] No confesan-
            te limpia de toda mancha de pecado original, confesandote Maes [roto] pura
            de un Dios ¿no es hacerte, arca del testamento hecha de materia corrompida, y
            envenenada con la virulenta ponsoña del antiguo Dragon?; Dios Santo! Apar-
            ta de nosotros un pensamiento tan extravagante. Yo me someto a la piadosa
            creencia de la Yglesia. Yo publico en este momento lleno de un verdadero
            sentimiento cristiano, que Maria vuestra hija, vuestra Madre, y vuestra esposa,
            formada de la masa comun de los hombres, por un privilegio inaudito en los
            siglos pasados, y futuros, no contrajo la mancha del oprobio, y de la afrenta del
            resto de los mortales. Bajo de este mysterio imploro su protección, en la for-
            midable conmocion, quese há sucitado en nuestros dias ¿Y porque dividirnos
            los que havitamos un mismo cielo? ¡Ah! Que el espiritu de la contradiccion
            íntenta la discordia para que perescamos. Pero tu Purisima Aurora, que jamas
            conociste el eclipse de la culpa original, que obscurece el alma, lebanta esa
            mano poderosa, para desterrar de nosotros toda seduccion. Acordaos que os
            complaciais al ver los Carlos postrados á vuestros pies. Que el Soverano Fer-
            nando es un bastago desgraciado de Borbon, que sufre la usurpacion tirana
            del enemigo de la humanidad. Consoladlo en las aflicciones de su cautiverio.
            Sostened la fé en su corazon. Mirad a la madre España, fugitiva, y errante
            buscando asilo contra su enemigo ¿No es esa tierra vuestra herencia? ¿La des-
            conoceis, por los crimenes que la cubren de horror? Cese ya la debastacion...
            Cese ya la crueldad. Salgan esos generosos guerreros, y armados de vuestro
            nombre restablescan sus perdidas, y vuelen á vuestros el dulce cantico de que



                                               284
   280   281   282   283   284   285   286   287   288   289   290