Page 245 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La Rebelión de Huánuco de 1812
uno y otro deducirá qualquiera la ínocencia que heciste. En consequencia pues
de todo esto Vuestra Señoria siendo servido podrá mandar que en conformi-
dad delo que resulta del Proceso, y de que está provada su honradés y que no
se ha mezclado ni en los principios ni en el progreso dela Ynsurreccion, sele
declare por libre y esempto de ella y que escarselando dela prícion que sufre
sele libren los testimoniales que sean condusentes á su ínocencia previa.
(Al margen)
A Vuestra Señoria pido y suplico en conformidad delo provado y ale-
gado se sírva mandar hazer como por conclucion solicito por ser justicia etc.
Jose de Binia (Rubricado).
(Al borde superior derecho)
Agustin Acosta que fue violentado por los Yndios para ir en su compa-
ñia á la última batalla de Ambo.
(Al margen)
Huanuco Abril 19 de 1812. Como lo pide, y fecha entreguesele.
Gonsales (Rubricado). Mariano Flores (Rubricado).
Antemi Nicolas Ambrocio de Ariza (Rubricado).
Escribano de Su Magestad.
Señor Governador Yntendente.
El Capitán Don Santos dela Vega, defensor nombrado de Agustin Acosta, por
la insubrreccion acontesida en esta Ciudad, con el devido acatamiento ante
Vuestra Señoria paresco y Digo: que haviendo examinado el expediente dela
sublevacion con bastante prolixidad, no encuentro antesedente que acrimine
la conducta demi parte. Por su confecion consta como fue llevado con ame-
nazas por los Yndios, y sus Gefes a la ultima Batalla de Ambo, en donde se
ocultó, y se presencio luego que vio a Vuestra Señoria como a su Mesenas es-
perando en su piedad, para que los Soldados, con el justo enojo que llebaban,
contra los Reveldes, no le quitasen la vida, como que lo consiguió.
A nadie sele oculta lo amable que es su conservacion, y más quando
es amenasada por unos Barbaros, como son los Yndios, estos havian protex-
tado el quitarcela a mi parte, siempre que no condesendiese en la salida para
Ambo: lo verificó és cierto, no con intencion de oponerse a las Armas del Rey,
ni hacer frente sin poderse ocultar hasta aquel lance, sino el de escaparse al
menor descuydo, y por transe a los pies de Vuestra Señoría agregandose a las
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