Page 150 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
            con Antonio, a quien lo llaman el Limeño. Para desvaneser esta Fantasma que
            parese vá a dejar caer su mano sobre mi Parte, fije Vuestra Señoría su vista por
            un momento en la declaracion de Don Juan Manuel de Ochoa, que corre a
            fojas, y la que contiene puntualmente el motivo que tuvo mi Parte para haver-
            se juntado con Antonio el Limeño, a quien no conose, ni há tenido trato con
            el antes ni despues; el motivo era justo, y no haviendo mi Parte encontrado
            a su hermano, aquien buscaba con la noticia de este insurgente (digolo por
            haverlo visto mesclado entre los sublebados, y por la voz común que corre)
            que el hermano de mi Parte se hallaba yá enganchado entre los reclutas para
            el regimiento fijo de Lima, y que existía en la actualidad en una Casa, sita en
            el barrio de Santa Rufina, dandole este aviso a mi Parte, no como aun sujeto
            que conosía, sino con estas formales palabras, «... ¿usted és el Doctor Lastra?»
            y excusándose despues de haverse dado aconoser con dicho Antonio, que no
            podía pasar en el momento al lugar que le sitaba, por estar lejos, y ser ya la no-
            che entrada; cortesmente le respondio el referido insurgente, que le conduci-
            ria en su misma mula, afin de que libertase a su hermano del estado que havia
            tomado. Asi sucedió, y no haviendo encontrado a Moscoso Cavo de Reclutas,
            ni a su hermano, porque estudiosamente se escondieron, para no ser sorpren-
            didos por mi Parte asegurando uno de los que hacia de Centinela, que estaba
            en el barrio de Guallaico ambos en la casa del Padre del referido Moscoso;
            instado del mismo Antonio le fué presiso regresar al citado varrio en la misma
            mula, llevandolo a las ancas. Ala vuelta del referido Quartel, encontrandose
            mi Parte con Don Josef Espinosa y la Patrulla que governaba, y queriendo este
            prender al expresado Antonio, fué presiso suplicase a Don Josef Espinosa, in-
            sinuandole los motivos que tenia para haver ido acompañado con este Sujeto,
            a cuyos ruegos accedió, y dejandolo siempre en compañia de mi Parte no hiso
            otra cosa, sino juntar mas jente, mientras caminaba mi Parte en su solicitud,
            preguntado al sitado compañero quales eran los delitos que tenia para ser per-
            seguido, aque le contestó que ninguno pues era recien venido dela montaña; y
            llegandose ala esquina dela Pulperia de Petrona Fierro, cortesmente le ofreció
            a mi Parte un convite corto, el que aun antes de comensarse, fué nuevamente
            perseguido por Don Josef Espinosa, para ser conducido ala Carsel, dejando
            burlado con su fuga; y aunque la citada Petrona Fierro declara ante Vuestra
            Señoria que mi Parte estuvo primero solo, y despues acompañado con el cita-
            do Limeño, que estuvo recostado sobre un pellon, y que tuvo algun exeso que





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