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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José Baquíjano y Carrillo
que la virtud y la probidad no pueden manifestarse al descubierto. Digamos
sin recelo, que no hay más que un erario; no patrimonio del rey, sino fondo de
la nación, para distribuirse por orden del monarca en objetos de su prosperi-
dad. No se escuche que este o aquel ramo es destinado para gastos de la corte,
o para entrar en el bolsillo del rey.
De esta ambigüedad en explicarse resulta sin duda, que en el plan que
presenta a las cortes el señor Varea, asegure que el erario de este virreinato
satisfechas sus cargas, tiene un sobrante de tres millones de pesos: que no es
de creer errase tanto en el cálculo un ministro de real hacienda que tenía a la
vista los estados remitidos, y que habiendo servido algunos años la secretaría
de este virreinato, poseía conocimientos experimentales de sus fondos y dis-
tribución; y de aquí también el que dijese a la corte el Excmo. señor Osomo en
1800, que se hallaba con un excedente de siete millones.
No habiendo pues esos claros convencimientos de urgencia y nece-
sidad, todo nuevo gravamen alarma al pueblo. El que lo propone y el que
lo cobra se presenta como enemigo del ciudadano. Este defiende sus bienes
como podría hacerlo contra un invasor. El fisco insaciable y ardiente, uniendo
la actividad del poder a la del interés, persigue con cien manos lo que una osa
ocultarle; y el monstruo que atormenta a todos los que empobrece, se com-
place de los delitos que se cometen y de las confiscaciones que aumentan sus
riquezas. Podrá tenerse esto por un rasgo exagerado; mas por desgracia, es
original y perfecto.
Mas, Señor: se asegura que hay urgencia; y reunidos para calificar los
arbitrios que se han propuesto, es necesario exponerlos con la posible rapidez.
Todo poderoso, a quien desgracias inestimables le imposibilitan soste-
ner el lujo que corresponde a su clase, obligado a nuevo arreglo de intereses,
empieza lo primero, por la reforma de los gastos superfluos y de sola osten-
tación; disminuyendo después el número de sus domésticos, dejando sólo los
que sean necesarios, y acortando el salario a los que, buenos servicios, no
permite abandonar. Tal es la graduación que clasifica el periódico titulado Te-
lescopio Político: sigamos la misma.
SUPRESION DE EMPLEOS
Que el erario no aproveche todo lo que percibe de los pueblos por
el crecido número de los destinados a la cuenta, cobro y distribución de los
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