Page 386 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen  1
                                           Sobre la jubilación de Baquíjano de la cátedra de prima de cánones
                    El exacto desempeño de estas confianzas y, la constante aplicación del
            que expone le hicieron elegir por aquella Universidad para la instrucción de
            la juventud en la cátedra de Instituta y, por el virrey don Manuel de Guirior
            en la de vísperas de leyes, para establecer la enseñanza del derecho patrio, que
            hasta entonces se había omitido en la explicación del romano, cuya laboriosa
            y duplicada fatiga ha continuado por doce años hasta que la misma acade-
            mia atendiendo a su antigüedad y servicio se dignó promoverlo por unanimi-
            dad de todos los sufragios a la cátedra de prima de sagrados cánones, que al
            presente obtiene, eligiéndole con la misma conformidad por su vice-rector y,
            conciliario mayor.
                    Aunque este incesante trabajo parece que debía separar al que suplica
            de cualquiera otra ocupación; pero su eficaz deseo de servir a Vuestra Ma-
            jestad y al público le hizo admitir el nombramiento de protector general de
            indios de aquel reino y, fiscal criminal de su real Audiencia, que interinamente
            hizo en su persona y, a consulta de aquel Tribunal el virrey del Perú en el año
            de 779 y que ejerció por cerca de tres años sin sueldo, ni recompensa alguna,
            lográndola sin ejemplar satisfacción de que ningún Tribunal o juez se apartase
            en sus resoluciones del dictamen, que por su ministerio extendía para la deci-
            sión de las causas.
                    Con el mismo desinterés, sin renta, ni asignación alguna ha conti-
            nuado el exponente por más de veinte años en el despacho de la asesoría del
            Ayuntamiento de Lima, y Tribunal del comercio y en las infinitas causas de
            pobres y poderosos, que o por su importancia; o deseo de las partes se han
            encomendado a su defensa en tan dilatado tiempo, no disfrutando otro prove-
            cho de ellas que la pura satisfacción de servir al público, cuyo objeto le estimu-
            ló al establecimiento de la Sociedad Académica de Amantes del País (que ha
            merecido la aceptación de vuestra majestad), y de la que nombrado presidente
            en cuyo cargo se mantiene, trabaja en la publicación de dos papeles periódicos
            en cada semana, obra los más de ellos de la aplicación y, fatiga del que suplica
                    De modo, señor, que el exponente en cuarenta y dos años de edad ha
            empleado los veinte y ocho en servicio de vuestra majestad y del público en los
            destinos de la mayor confianza, estimación y honor, como así lo informan a
            vuestra real persona el virrey del Perú, la real Audiencia, real Universidad, los
            prelados eclesiásticos, el Cabildo secular y, demás jefes y tribunales de aque-
            llos dominios; esperando que la bondad de vuestra majestad se digne premiar
            el acreditado celo y exactitud, con que ha desempeñado esas confianzas.



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