Page 284 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen  1
                                                Carta de Escobedo a Gálvez sobre la forma de las elecciones
            las distintas relaciones de cada uno, y en la multitud de enlaces de familia y
            amistad de cada candidato, ni es extraño que el negocio se hiciese de conver-
            sación habitual, ni que se excitase la curiosidad, y expectación de un pueblo
            con ánimo indiferente, y sin partido cuando la sola exterioridad de ver poblar
            una plazuela de los coches y calesas de los concurrentes al voto basta para
            atraer y detener con entretenimiento el vulgo, que fácilmente se ocupa con
            exterioridades.
                    Tampoco me mueven para los objetos de este oficio la recíproca impu-
            tación de ambos pretendientes sobre los medios de adquirirse partido, pues
            sin necesidad de prueba, debe juzgar cualquier prudente, pues ambos usaron
            de los que pudieron y que este negocio podría sentenciarse mandando que
            acusase el que estuviese sin pecado, pues aunque yo no lo creo en el uso de
            arbitrios y valimientos que hayan hecho los pretendientes, y el genio y con-
            dición mansa de Villalta me persuaden mayor templanza, que el vivo más
            ardiente y satisfecho de su competidor, aporto mi consideración de este juicio
            entre privado que está ya decidido por el transcurso del tiempo, y hoy mu-
            cho más por la elección que en su oportunidad se ha hecho de otro rector,
            que sigue tranquilamente su período, y voy a detenerme en las circunstancias,
            que por permanentes, así como han influido en este negocio, pueden ofrecer
            otro, necesitan por esto remedio para lo futuro, y dejaré desde luego supuesto,
            que mí imparcialidad y desprendimiento en estas ocurrencias a más de haber
            sido constante y pública, se demuestra irrefragablemente en el testimonio que
            acompaño e incluye los recursos que hizo a mí Villalta, los decretos con que
            los giré al tribunal que conocía del negocio, mi oficio al virrey con que se
            lo devolví, cuando me consultó sobre él, y aun el mismo Baquíjano lo cursó
            solicitando mi autoridad que no va inserto en el testimonio por no juzgarlo
            necesario; pero sí lo es que vuestra excelencia sepa que ni el virrey me habló de
            este asunto, hasta que ya estaba comprometido en el empeño, ni yo omití el de
            ver si, extraoficialmente podía amistar los opositores y que siendo todo inútil
            me abstuve aun de dar dictamen, porque conocía los disgustos que podrían
            seguirse y no se me olvidaba, que los de mi antecesor, con el virrey Guirior de-
            bieron en algún modo su principio a otra elección de rectorado, y aun añadiré
            que a el actual virrey, que me preguntó confidencialmente, no rehusé decirle
            lo que me parecía conveniente para aquietar los ánimos, y que siguiendo mi
            consejo lo ha conseguido, y dejado concluso este ridículo negocio.





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