Page 224 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen  1
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                    Memorial de Baquíjano al virrey expresando su arrepentimiento
                                          por el «Elogio»
                                         Lima, julio de 1786


                    [Al margen: Memorial del doctor Baquíjano]
                    Excelentísimo señor:
                    El doctor José Baquíjano ante vuestra excelencia con el debido respeto
            dice que en estos días pasados, se sirvió vuestra excelencia hacerle compare-
            cer en su presencia, y de real orden de su majestad prevenirle el desagrado
            con que su soberana inteligencia había leído en la oración que dijo en la real
            Universidad de esta capital, el día de el recibimiento del excelentísimo señor
            virrey don Agustín de Jáuregui y se dio a la prensa, algunas de las notas que
            después se añadieron, mandándole vuestra excelencia entregase las obras de
            los autores que en ellas se citaban.
                    Sobrecogido el suplicante con semejante demostración, no pudo de
            pronto representar a vuestra excelencia con toda la viveza que le ocupaba, el
            sentimiento de haber incurrido la indignación de su majestad pero, en prueba
            de su humilde respeto y ciega obediencia a las soberanas voluntades, no dejó
            de insinuar a vuestra excelencia cuánto era su dolor y arrepentimiento por no
            haber considerado con reflexión aquellas especies y citas, e inmediatamente
            puso en manos de vuestra excelencia las referidas obras a excepción de las de
            Maquiavelo, y Mr. Gros que nunca ha tenido, y sólo citó en los mismos lugares
            que, según hace recuerdo, transcribe el abad Linguet u otros.
                    Pero ahora que, pesado el asunto en toda su amargura, no le resta al
            suplicante otro consuelo que implorar la real clemencia, no pudiendo en la
            distancia hacerlo de otro modo que por la justificada interposición de vuestra
            excelencia: hace presente con la más profunda sumisión que, ni en las refe-
            ridas notas ni en la oración panegírica, tuvo por objeto inculcar en la más
            ligera parte las operaciones de los ministros, a quienes el rey tiene confiado el
            mando y gobierno de estos países; y que sólo la dignidad del asunto, la ocasión
            en que el suplicante representaba el cuerpo de letras de este reino, y el alto em-
            pleo del virrey, le estimularon a que, con los coloridos propios de la retórica,
            pintase un gobernador perfecto tal cual la religión, la moral política de todas
            las naciones civilizadas, y más que todo nuestras sabias leyes lo desean.





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