Page 80 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
                    Habiendo recibido el decreto que antecede, juntamente la comisión a
            mí conferida por el señor don Pedro Concha, justicia mayor de esta provin-
            cia de Quispicanchi, en su cumplimiento hice comparecieren a mi presencia
            a los vecinos más principales de este dicho pueblo de Acomayo, quienes
            inteligenciados de lo que debían informar o declarar protestando decir la
            verdad, dijeron y declararon en el tenor siguiente; siendo todos españoles:
                    Habiendo sido llamado don Juan Villarreal, vecino de dicho pueblo
            compareció a quien le tomé juramento que lo hizo por Dios Nuestro Señor y
            una señal de cruz, bajo del cual prometió decir la verdad de todo lo que sabe
            y fuese preguntado, y siéndole al tenor de las preguntas arriba expresadas,
            dijo:
                    A la primera pregunta, que sabe y ha oído decir que el rebelde e in-
            solente traidor José Gabriel Tupa Amaro le compelió con amenazas y pena
            de muerte a Marcos de la Torre a que entrara en su partido, y porque no le
            prestó la obediencia tan puntual como mandó, lo tuvo preso en el pueblo de
            Tungasuca por muchos días; en Tinta otros tantos días con grillos, encerra-
            do en un calabozo, hasta que salió en fuerza de los empeños que interpuso
            su mujer de dicho Torre con el indio rebelde.
                    A la segunda pregunta, que sabe y le consta que estando dicho Mar-
            cos de la Torre y don Julián Escalante en el pueblo de Acos, despacharon,
            bajo de grande cautela, dos mozos nombrados Hilario Silva y Gabriel Rivera
            al campamento de Pilpinto con un papelito, fingiéndolos exploradores de
            parte de los indios que estaban al comando de Francisco Tupa Amaro, tío
            del rebelde, cada uno con su fusil, dirigidos a don Juan Antonio Figueroa,
            uno de los oficiales de la columna de Paruro, en que previnieron que acele-
            rasen la marcha los comandantes de dicha columna a esta banda, que esta-
            ban acampados en dicho pueblo de Pilpinto, y que asaltasen al de Acos con
            la mayor aceleración porque tenían dispuesta la prisión del dicho infame
            Francisco Tupa Amaro; que entregado que fue dicho papelito, pasó parte
            de dichas columnas, por balsas, el río de Pilpinto, y guiada por los referidos
            mensajeros, por las conductas arbitradas por susodichos Escalante y Torre,
            tomaron el cañón de artillería que tenía dicho infame, y lo entregaron preso.
                    A la tercera pregunta, dijo que le constaba y sabe con certidumbre
            que dichos Torre y Escalante entregaron preso al citado Francisco Tupa
            Amaro, tío del rebelde, dentro de una casa donde lo tenían asegurado en
            buena guardia dispuesta por el mencionado Torre, y con ocasión de hallarse



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