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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            cacique actual, le prestaron obediencia los sujetos que concurrieron en la
            prisión y entrega al comandante de Paruro don Manuel de Castilla.
                    A la cuarta pregunta, dijo que ha más de veinte años que vive de ve-
            cino de este pueblo de Acomayo. Conoce a dicho Marcos Torre por fiel y leal
            vasallo del rey nuestro señor, desempeñando en el cargo que ha tenido de
            cacique con prontitud, y cumpliendo todas las órdenes que en su real servicio
            le han sido encomendados, y particularmente en la recaudación de los reales
            tributos, prestando siempre con humildad, fidelidad y prontitud la obediencia
            a los jueces superiores; como es constante que aprestándose con ardor a la
            expedición del pueblo de Sangarará con toda su gente, luego que se impuso
            en el auto que recibió expedido por su corregidor difunto don Fernando de
            Cabrera a efecto de perseguir al vil traidor José Gabriel Tupa Amaro, donde
            padeció fuertes trabajos, y de dentro de la iglesia que se quemaba escapó mi-
            lagrosamente, sin embargo de haber tocado cuatro o seis garrotazos ya fuera
            de ella, e inmediatamente que lo libraron de estos peligros, fue llevado ante
            el rebelde, quien lo hizo prisionero con otros cautivos; que es evidente que a
            no haberse visto cercado por todas partes de las tropas de indios, y cerrados
            todos los caminos, fue apercibido por el traidor rebelde con pena de muerte
            de él, de su mujer y su familia, y destrucción de sus bienes, por autos expe-
            didos del vil traidor, y que los leyó el declarante, quien dice que a no haber
            precedido estos temores, nunca se hubiera mezclado dicho Torre en ninguna
            demostración de obediencia con dicho rebelde Tupa Amaro, porque su genio
            humilde, quieto y encogido no daba lugar jamás a inquietud alguna.
                    A la quinta y última pregunta, dice que todo lo que tiene declarado es
            público y notorio a todo este vecindario, en que siéndole leída ésta su declara-
            ción de principio a fin, se afirmó y ratificó so cargo del juramento que hecho
            tiene, y dijo (preguntado por el intérprete electo para este efecto, que lo fue
            don Jacinto García de los Ríos) ser de sesenta y dos años, y que no le competen
            las generales de la ley, y para que así conste lo firmó junto conmigo y los testi-
            gos que se hallaron presentes, que lo fueron don Gregorio Marveli, don Tomás
            de los Ríos y don Martín Navarrete, y el intérprete arriba dicho, actuando con
            ellos a falta de escribano, de que certifico.
            Juan Ascencio de Salas
            (firmado)
                                                                      Gregorio Marveli
                                                                             (firmado)



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