Page 756 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
            riesgo, por ser habitación de los indios caribes; luego dispuse ir con mi gente a
            registrar dicho río y habiendo pasado el río grande con el agua casi al pescue-
            zo, por un lugar en donde su anchura ofrecía menos riesgo, llegamos al dicho
            río de Esrrimayo, que significa en idioma del indio Río de Oro, y hallamos que
            de cualquiera parte que se tomara o tierra o arena lavándola se hallaban muchas
            brisnas de oro, muy leves de muy superior calidad y considerando que los pla-
            nes de dicho río, serían depósitos de oro mas grueso y mayor cantidad, hice alto
            en una de sus playas, en la que puse trinchera de ramazones y puse un cañón
            cargado con metralla, para el resguardo de la gente, la que puse en trabajo, a fin
            de echar el río por otro lado para registrar sus planes, lo que se consiguió a los
            cuatro días de /.49v trabajo, a cuyo tiempo llegó Don Gabriel Ugarte, con quien
            fui acompañado y a quien dejé el otro cañón, para el resguardo de la gente de su
            comando, quien se quedó a hacer un puente de disformes vigas, para pasar por
            no haberse atrevido a vadear el río; y luego que llegó donde estaba yo acampado
            registramos los planes de dicho río y reconocimos que el oro era superficial y
            que en los planes no tenía nada; luego dispuse irme río arriba con mi gente en
            buena orden, dejando un cañón a dicho Don Gabriel para guardar su gente, que
            se quedó haciendo varios experimentos y yo llegué río arriba cosa de seis leguas,
            en las cuales pasaría descalzo el río, más de quinientas reses y en las seis leguas
            de ninguna parte cogíamos tierra o arena, que no se hallase brisnas de oro y cre-
            yendo que serían de algún derrumbe de las ríveras de dicho río, hice en cuantos
            derrumbes hallé varios ensayes y conocí que el oro que trae dicho río desciende
            de la /.50 Cordillera Real, que distará cosa de veinte leguas de donde yo llegué
            y me volví por ver que necesitaba más tiempo y más bastimentas; y asimismo,
            reconocí que cuanto mas arriba caminábamos eran mayores las brisnas de oro
            y en mayor cantidad, aunque no para emprender trabajo formal, por la poca
            cuenta que tendría, lo dejé y dí razón a dicho Señor Corregidor de la diligencia
            hecha por su orden; y habiéndole pedido el informe de este servicio no me lo
            quiere dar, diciendo que Vuestra Excelencia no respondió a la información de
            que esta diligencia se hizo. Por todo lo cual.- A Vuestra Excelencia pido y supli-
            co se digne mandar lo que hallare por conveniente, a fin de que en todo tiempo
            conste este servicio, pues en la alta comprensión de Vuestra Excelencia llegará
            alcanzar los sumos trabajos, que padecería en la fragosidad de las montañas,
            que cuasi son inaccesibles e impenetrables riscos, por ser de justicia que espera
            alcanzar /.50v de la poderosa mano de Vuestra Excelencia.- SantiagoCristóbal
            de la Cueva.



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