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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
entrara en su partido, no siendo tan religioso ni caritativo con sus prójimos que se
doliese de la desunión con su mujer, especialmente cuando es público y notorio
que este tirano acostumbraba forzar a todos aquellos de quienes quería servirse
para la ejecución de sus depravados designios.
Por lo que hace a las expresiones que hizo en el [tarjado: cargo en el] cam-
po de que a él le tocaba la corana del reino y otras semejantes, consta por los mis-
mos autos que en la ocasión estaba ebrio y enajenado de la razón.
Y en orden a las muertes que se le imputan, aunque los testigos están con-
testes sobre ellas, no son de vista sino de oídas, y aunque aseguran haberlo oído
al mismo reo, respecto de esta negativo en sus puntos, es de creer que por vana
jactancia o por lisonjear a Tupa Amaro y su mujer, hubiese hecho las expresiones.
Marcos Torres es cierto haber tomado partido con Tupa Amaro, auxiliá-
dole con gente y servido personalmente en las expediciones, pero consta por los
autos, especialmente por la declaración de fojas 11 de don Francisco Cisneros, y
por su confesión de fojas (en blanco), que fue compelido a entrar en él por toda
fuerza y rigor, y aún con suposición de que tenía orden de Su Majestad para ello,
teniéndole preso más de dos meses en el pueblo de Tinta, y esta coacción le excusa
en mucho del delito, atento al genio feroz y cruel de Tupa Amaro, acostumbrado
a dar muerte a los que se resistían a seguir sus banderas, como lo ejecutó con los
Rado, Pacheco y otros muchos, especialmente en consideración de que Marcos
Torres es hombre casado, y que tiene cinco hijos a quienes haría mucha falta su
vida.
Las cartas de fojas (en blanco) y fojas (en blanco) escritas a Micaela Bas-
tidas y José Tupa Amaro, son procedidas de la misma causa del temor y miedo
grave con que dió principio a las operaciones. Por esto, ellas se deben considerar
como unas producciones igualmente coactadas y forzadas.
Aunque aparece de los autos que ocurrió al auxilio de Francisco Tupa
Amaro en el lugar de Pilpinto, pero por la carta de don Juan Antonio Figueroa,
escrita del pueblo de Langui con fecha de dos de Mayo del año corriente a Toma-
sa Farfán, mujer del dicho Marcos Torre, que presento con el juramento necesa-
rio, consta que dicho Marcos Torre y don Julián Escalante entregaron a Francisco
Tupa Amaro, y que ambos a dúo escribieron una esquela a dicho Figueroa, en la
que le prevenían se apresurasen a asaltar aquél pueblo, porque estaban en disposi-
ción de asegurar a Francisco Tupa Amaro. Lo mismo consta de las certificaciones
de los comandantes de Cotabambas, Chumbivilcas y Paruro, dadas a pedimento
del padre fray Hermenegildo Camargo, que igualmente presento en debida forma,
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