Page 61 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            (Al margen: Declaración de Diego Ortigoza).

                    En dicha ciudad a dieciocho del mismo mes y año, su señoría hizo
            comparecer a Diego Ortigoza, preso en este cuartel, del cual por ante mí el
            escribano tomó y recibió juramento por Dios Nuestro Señor y una señal de
            cruz según derecho, y habiéndole hecho como so requiere y prometido decir
            verdad, siendo preguntado al tenor del auto de oficio que va por cabeza dijo
            que con motivo de estar en la doctrina de Pampamarca enseñando a leer a
            muchachos, lo sacó Jose Gabriel Tupa Amaro llevándolo a Tungasuca a en-
            señar a sus hijos, donde se hallaba a tiempo de haber preso el rebelde a don
            Antonio Arriaga corregidor de Tinta y haberlo ahorcado, que ignora el motivo
            que tuviese para esto, que antes de dicho suceso solía escribir el declarante
            algunas cartas a varios sujetos, como son a don Miguel Torrejón, al doctor
            Astete y a don José Palacios, relativas a sus pleitos e indios, que después del al-
            zamiento solo ha escrito algunas comisiones y autos y algunos recibos, y entre
            ellos uno a favor de doña Tomasa Tito Condemaita cacica de Acos, de varias
            piezas de plata labrada que esta embargó de orden de Tupa Amaro a Juan Es-
            teban Pacheco, curaca que fué de Pomacanche. Que a Lima no ha escrito mas
            carta que a un tal Barrera, apoderado del rebelde, diciéndole agitase su pleito.
            Que a Tupa Amaro nunca oyó otra cosa mas que había ejecutado la muerte
            de Arriaga por los repartimientos, alcabalas, aduanas y otros derechos; que las
            órdenes dirigidas a los caciques eran reducidas a que enviasen su gente para
            la guerra prendiendo y matando a quien no obedeciese sus órdenes, lo que
            igualmente ejecutaba la mujer de dicho rebelde. Que no sabe quien le haya
            auxiliado con gente, plata o armas, sino los caciques de las provincias a quie-
            nes enviaba sus órdenes, de las que vió gente de Asillo, y aun del cura de esta
            doctrina leyó una carta en que pedía azúcar y otras cosas, a la que le contestó
            la mujer del rebelde remitiéndoselo y diciéndole pidiese cuanto se le ofreciese,
            lo que igualmente sucedió con el doctor Alva cura de Sangarará. Que sus capi-
            tanes han sido un tal Chuquiguanca cholo, Ramón Ponce, Diego Tupa Amaro,
            Antonio Bastidas, Francisco Tupa Amaro, Pedro Mendiguren, Diego Berdejo,
            Jacinto Yuber, Francisco Molina que lo llamaban coronel, Francisco Cisneros
            que era el que dictaba lo que se escribía y corría con los cartuchos. Que varios
            indios de Carabaya le traían oro y plata. Que las órdenes que daba Tupa Ama-
            ro a las caciques eran reducidas a que le enviasen gente para hacer guerra, los
            que dictaba Cisneros. Que es lo único que sabe puede decir y la verdad bajo



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