Page 66 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
Causas criminales seguidas contra los rebeldes
(Al margen: Declaración de Mariano Banda)
Asimismo certifico, consta igualmente de dichos autos, la confesión
de Mariano Banda, escribiente del rebelde; quien a fojas 28 dice haberlo en-
viado a llamar el rebelde con carta en que fingieron la firma del corregidor
don Antonio Arriaga, llamándole fuese a Tungasuca para ciertas diligencias,
y llegando a Yanaoca encontró a Diego Tupa Amaro que venía con varios in-
dios, quien le dijo se subiese a un morro porque los indios venían a cogerlo, y
habiendo subido el confesante lo amarraron y llevaron a Tungasuca donde el
rebelde lo puso en un cuarto con otros varios, con centinela para que no les
dejasen hablar. Que el día diez en que fue la muerte de su patrón Arriaga lo vió
sacar por un resquicio de la ventana. A fojas 29 dice que a los dos o tres días
empezó Tupa Amaro a despachar cartas y bandos a varios caciques y curas,
todo lo que escribían el confesante, Felipe Bermúdez, y otros con advertencia
de que el confesante solo escribía los bandos, y las comisiones, y solo hace
memoria haber escrito una, a esta ciudad, a don Vicente Puente cura de Copo-
raque. Que el escribano Palacios escribió una carta al rebelde, cuyo contenido
refiere por mayor. A fojas 30, que sabe escribió a esta ciudad varias cartas a los
Ugarte, al ilustrísimo señor obispo, al canónigo Frías, al provisor, a los Martí-
nez, a su apoderado en Lima Mariano Barrera diciéndole recogiese los autos
y se viniese, a don Vicente Puente, cuyos contenidos ignora, pero que no tuvo
respuesta de ninguna pues lo hubiera visto el confesante o lo hubiera sabido;
que cuando el rebelde fue a Cailloma escribió a su mujer noticiándola venían
soldados de Lampa, que mandase juntar todos los indios y los pusiese en los
altos de Susurumayo, lo que igualmente hizo sabiendo salían soldados de Pa-
ruro y de esta ciudad, mandando poner los indios en los parajes convenientes,
y que derribasen los caminos. Que vió una carta escrita a Tupa Amaru por
don José Maruri cura de Asillo, diciéndole iba toda la gente de su doctrina,
pidiéndole algunas cosas de las que había cogido de Arriaga, como el vino y el
tabaco, lo que en efecto le remitió. Y habiendo tenido noticia de que varios sa-
cerdotes predicaban contra el rebelde en la provincia de Chumbivilcas, envió
a traerlos presos con orden de ahorcar al que insistiese. A fojas 31 dice vino el
rebelde a Piccho a atacar la ciudad, todo lo que consta de la confesión de dicho
Mariano Banda y de los autos a que me remito.
Manuel Espinavete López
(firmado)
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