Page 64 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
Causas criminales seguidas contra los rebeldes
a Puquin tuvieron otro encuentro con los nuestros en que mataron catorce
soldados y un oficial nuestro, y al otro día vino a Piccho a batir la ciudad. A
fojas 10 vuelta, que volviendo de Piccho el rebelde decía iba en alcance de
Diego Tupamaro y Felipe Bermúdez, a quien había despachado con muchas
firmas en blanco para las provincias de Calca y Paucartambo, con el fin de
que condujeran toda la gente de ellas, y decía iría primero a pelear con los de
Paruro. A fojas 15 vuelta dice que habiendo venido algunos indios del pue-
blo de Chumbivilcas a quejarse que el cura de aquel pueblo y su ayudante,
predicaban a fin de que no le obedeciesen al rebelde ni creyesen lo que les
decía. Comisionó a Felipe Bermúdez y Ramón Ponce para que fuesen a dicho
pueblo, y apresasen al cura y su ayudante; para cuyo efecto llevaban dos pares
de grillos extendiendo esta orden a cuales quiera otros curas que predicasen
contra él. Que dichos comisionados llevaron unos carteles con orden de fijarlos
en los lugares donde se habían fijado las excomuniones, y que estas se rompiesen;
y el contenido de los carteles era reducido a decir a los indios que al sacerdote que
predicase contra él se lo llevasen preso, que él los sabría premiar, y no creyesen en
ninguna cosa que ellos les amonestasen. A fojas 16, que ponía centinelas en todos
los caminos con orden de que llevasen presas a cuales quiera persona que pasase;
y luego que le llevaban, alguno lo examinaba y lo registraba si llevava papeles o
cartas, con las que se quedaba, de cualquier asunto que fuese; que pasando unos
arrieros de Chuquibamba les dió carteles y cartas para aquella provincia, noticián-
doles sus sucesos e intenciones, y que prendiesen al corregidor o lo matasen. Que
en las provincias de Chumbivilcas, Lampa y Azángaro puso justicias mayores con
orden que cobrasen los tributos y se los remitiesen. Que en Lampa, habiendo huí-
do el cura, puso otro en su lugar con orden de que si venia el huído lo prendiesen o
matasen. A fojas 17, que vió de treinta a cuarenta baúles de los que robó al, difunto,
corregidor don Antonio Arriaga, y algunos de don Manuel Parada en donde había
mucha ropa y alhajas. A fojas 18, que pasando por el pueblo de Yaurisque, viendo
en la puerta de la iglesia fijado el cedulón de excomunión, lo arrancó y puso en su
lugar otros de los suyos, y luego pasó a la casa del cura donde hallando las puertas
cerradas las abrió, y robó lo que había. A fojas 18 vuelta, que oyó al rebelde que
entrando al Cuzco había de ir de monasterio en monasterio con una punta de
soldados; partes de los que habían de entrar a ellos, y sacar toda la plata que
tuviesen, así de ellos como la que otros sujetos les hubiesen dado a guardar,
que si buenamente se lo permitiesen los mantendría por su mano; pero que si
a ello se resistiesen, derribaría y asolaría dichos monasterios aprovechándose
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