Page 64 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 5º
tarde de la vatalla en campo raso y a tiro de cañon del enemigo victoreando
por calles y plasas al Rey alentando a los soldados, consolando a los afligidos,
socorriendo a los heridos, y animando a todos a que peleasen con el maior
exfuerso en defensa de la religion del Rey y del Estado.— Si igualmente es de
publico y notorio en esa ciudad que viendome el referido revelde en dicho
sitio mandó se me disparase un cañon y aseguró que la primera cavesa que
havia de cortar entrando al Cusco havia de ser la mia lo mismo que havia
protextado días antes en diferentes lugares, y los motivos que hubiese teni-
do para este encono y sacrilego deseo con lo demas que a vuesa merced le
ocurra haver acaecido en las criticas circunstancias de aquella melancolica
epoca.— Nuestro Señor guarde a vuesa merced muchos años. Lima diez y
seis de Abril de mil setecientos ochenta y quatro.— Besa la mano de vuesa
merced su atento servidor.— Juan Manuel Obispo del Cuzco.— (Al margen:
Respuesta).— Ylustrisimo Señor.— Mui Señor Mio Como al principio de esta
carta me previene vuesa señoria ylustrisima que a su continuacion le exponga
la conducta y manejo que le observé desde las primeras noticias que se perci-
bieron en esta ciudad de los escandalosos mobimientos que practico el vil yn-
surgente Jose Gabriel cacique que fue de Tungasuca en la rebelión que subcitó
hasta los fines de ella lo que devo expresar es que vuesa señoria ylustrisima
expidio edictos de cenzuras contra el principal revelado, y sus aliados con la
prevension de que se fixasen los cedulones en los lugares acostumbrados de
este obispado. Que es constante que dirigio vuesa señoria ylustrisima cartas
pastorales a todos los feligreses de las doctrinas especialmente a los yndios
amonestandoles a la devida obediencia al Rey nuestro señor, y desistimiento
de las alteraciones que causaban en las provincias. Que ministró vuesa señoria
ylustrisima cartas ordenes circulares a los curas y eclesiasticos para que nin-
guno se separase de su ministerio, y que predicasen y exortasen a los yndios
para sugetarlos dandoles a entender el gravisimo delito que se encontraría en
su alzamiento, y que este era contra Dios y contra el Rey, y no permitio vuesa
señoria ylustrisima que cura ninguno parase en esta ciudad, y a algunos que
vinieron en ese tiempo les comminó con excomunion a que volviesen a servir
sus curatos. Tambien me consta que vuesa señoria ylustrisima pasó oficios
continuos a la Junta de Guerra sugiriendole noticias y mediante ellas y otras
que adquiria tomaba la Junta sus resoluciones utiles y fructuosas, y no omitia
vuesa señoría ylustrisima dar avisos oportunos al exelentisimo señor Virrey
y al señor Visitador General de ese entonces de quanto acaecia y creeré que
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