Page 558 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 14º
tornos; les cortaban manos y pies; les molian los huesos y no contentos con
estos prolixos tormentos intentaban cada dia otros para que padeciesen los
justos, de estos muchos se iban fugitibos a los montes y desiertos, se mante-
nian escondidos en las cavernas y cuevas consumidos de la sed y de la hambre.
Assi padecieron aquellos hombres cristianos pero aun siendo tan in-
justamente perseguidos, levantaron alguna vez la voz contra los emperadores
tiranos que los afligian? (Al margen: Ojo) Pensaron en sublevaciones contra
ellos y sus lugar thenientes? De ningun modo, sin embargo de que no les fal-
taban fuerzas; eran innumerables los que profesaban nuestra religion y lo que
es mas estaban reputados por los mejores soldados de aquellas milicias pero
les era prohibido atentar contra el respecto de los reyes y contra la paz publica
por que los mismos apostoles que fueron sus maestros como lo son de nues-
tros mediante sus doctrinas que nos dejaron les havian ordenado una puntual
obediencia a las supremas cavezas y sus magistrados aunque recibiesen de
ellos injurias perjuicios y malos tratamientos.
Si tanta sugecion tenian por orden de Dios aquellos hombres san-
tos a los emperadores y reyes que los atormentaban sin culpa, quanta será la
subordinacion que debemos tener a nuestros reyes catholicos, amables y jus-
tos como han sido y son los de España? Avergonzaos de haver procedido tan
ciegamente con el furor que os ha sugerido el Demonio; echad la vista a los es-
tragos que haveis obrado y ocasionado y reconosereis que solo nuestro comun
enemigo pudo haveros impelido a una revelion que tantos daños espirituales y
temporales ha traido; pero podereis acordaros sin caer muerto de terror de las
ruinas que haveis hecho padecer a mi diocesi y otras que han seguido vuestro
escandalo y consejos? Si considerais atentamente vuestros herrores aborrese-
reis la vida por no tener a los ojos tan espantosos mostruos como son verdade-
ros desordenes y sino veis en estos su deformidad estais ya con las conciencias
dormidas en letargo y vuestra condenacion eterna esta ya decretada por Dios
para caer en ella o despertando en la eternidad la noche que mas segura que os
parece o caiendo muertos al golpe de la guerra o de vosotros (Al margen: Ojo)
mismos aliados a quienes tomara por instrumento la Divina Justicia. Ay hijos
mios, esta vuestra seguedad es la que me parte el corazon de dolor y por no ver
tan grandes lastimas en unos fieles que amo en Jesu Cristo quisiera mas bien
morir que vivir anegado en congojas. Dichosos aquellos que antes de llorar
tan lamentables pasages han descansado en paz muriendo a este siglo.
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