Page 388 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 11º
para lo que mandó vuesa señoría ylustrisima cartas de oficio a todos los prela-
dos como asimismo para que todas las religiones armasen algunos religiosos
enviándole a vuesa señoria ylustrisima lista de ellos, dejando los precisos para
la custodia de sus conventos y de los monasterios de monjas que vuesa señoría
ylustrisima les havia encargado custodiasen, lo que no hay duda amedrentó y
atemorisó a los yndios pues aunque en este país es la gente mui ruda, no hay
duda son los que mas veneran y acatan el estado sacerdotal.— Quantas veces
que executavan los riesgos y peligros de perder la vida le aconsejaban a vuesa
señoría ylustrisima se fuera de la ciudad al lugar menos arriesgado y mas
quando se aseguraba en toda la ciudad que el traidor havia protextado que la
primera cabeza que havia de cortar havia de ser la de vuesá señoría ylustrisi-
ma: Y que cuenta daré al Rey si ido yo sucede algun trabajo? No, no amigos de
ninguna manera desampararé la ciudad, perderé la vida por la Religion y por
el Rey, moriré como verdadero Pastor y luego decia vuesa señoria ylustrisima:
Bonus Pastor dat animam suam pro ovibus suis. Y quien dudará que si vuesa
señoría ylustrisima desamparara la ciudad se huviera hecho dueño de ella el
revelde sin disparar un fucil? Por que le huviera seguido a vuesa señoría ylus-
trisima y no solo la gente florida, sino mucha parte de la pleve pues vimos que
aun manteniéndose vuesa señoría ylustrisima firme en su palacio, animando
a todos los que conocía medrosos por hablarle siempre melancolico se fueron
muchas personas de ambos sexos y dos prevendados que fueron el Arcediado
don Simon Ximenez Villalba y don Francisco Mozo a quienes vuesa señoria
ylustrisima hizo volviesen a la ciudad desde cerca de la ciudad de Guamanga,
mandando por un oficio se les suspendiesen las rentas correspondientes y dio
vuesa señoría ylustrisima parte al Patron.— Mucha fue la falta que hubo a los
principios de armas, viveres y gente diciplinada y tanto que por estos motivos
llegó la consternacion casi al ultimo termino de desconfiar no solo del triunfo
pero aun de una segura defenza, lo que movio a los que mandavan en el Quar-
tel dar el orden de que se cortase el puente del pueblo de Urubamba, que era
el unico que havia quedado en aquel caudaloso rio por haverse cortado los
demas. Era este puente mui necesario y preciso para defender de los alzados
las muchas sementeras de maizes, trigos, papas, miniestras y ganados que ac-
tualmente existian en los pueblos de Yucay, Uruhamba y Tambo y se suspen-
dio la execucion de esta orden por un oficio o recaudo que envio vuesa señoria
yulstrisima a la Junta de Guerra, diciendo que sino havia quien fuese a guardar
el Puente de Urubamba iria vuesa señoría ylustrisima en persona a guardarlo.
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