Page 22 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 1º
Ynclan y Baldes Cavallero del orden de Santiago, Teniente de Capitan Ge-
neral, Corregidor y Justicia Mayor de esta dicha ciudad y su jurisdicción por
su magestad, en virtud del auto que antecede y de la lizencia conferida por el
reverendo Padre Maestro Frai Luis Quadros, Prior y Vicario Provincial del
Comvento de Hermitaños de Nuestro Padre San Agustín de esta ciudad hizo
comparecer al reverendo Padre Lector Frai Gabriel Castellanos del mismo or-
den, y por ante mi el presente escribano le recivió juramento y lo hizo yn
berbo sacerdotis tacto pectare de decir berdad sobre lo contenido en dicho
auto quien impuesto de su contexto dijo = Que el dia onze del presente mes y
año estando el padre declarante en uno de los confesonarios de la yglesia de
su combento, se llegó un sugeto y le pidió que le oyese en penitencia, y que
en el acto de la comfesion le hizo presente tiernamente, que se premeditaba
formar una conspiracion, cedizion y alboroto en esta ciudad y que era uno
de los autores entre otros para ponerla en ejecucion y se havia consultado la
materia en varias juntas, de suerte que la ultima se havia premeditado efectuar
el domingo pasado, y por haber llovido no se practicó, de modo que quedaron
de acuerdo haceda el domingo subsecuente de Ramos. Que estaban mescla-
dos mas de quatrocientos yndibiduos y varios casiques con sus parcialidades,
con determinacion prefija de dar el asalto el Viernes Santo a medianoche, po-
niendo en cada casa de los sujetos circunstanciados de esta republica escolta
de gente armada para quitarles el arbitrio de la defenza y degollarlos dejando
libre a sus mugeres y caudales, y que asi mismo se dirigia la intencion de ellos
a nombrar un governador en esta dicha ciudad con adictamento que verifi-
cado el levantamiento en ella, como caveza de las Probincias seguirían estas
immediatamente; que haviéndoles preguntado el padre declarante, que moti-
bo o razon tenia para ello le respondió el penitente, que estaban sumamente
afligidos por las obstilidades que padecian en la exacción de los derechos de
la aduana que nuevamente se havia establecido por que los ministros execu-
tores de ella los oprimían con demaciado rigor, y que el animo de ellos no era
de ninguna manera negar la obediencia en basallaje al Rey Nuestro Señor;
solo si el que se quitase dicha aduana, haciendose presente por bando publico
para que asi se aquietasen y que en caso de que se verificase la sublevación
que premeditaban difícilmente se extableceria la paz. Que el padre comfesante
reconoció en el penitente bastante fondo y discrecion y por eso procuró con
toda eficacia como ministro de Dios y fiel vasallo del Rey, darle aquellos con-
sejos que le dictó la prudencia para sosegar su espiritu y para que aquietasen
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